El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, declaró hoy que cancela el acuerdo que alcanzó con el ACNUR para evitar la deportación forzosa de 32 mil inmigrantes africanos, el cual preveía permitir quedarse a la mitad y trasladar al resto a países occidentales.El jefe del Gobierno israelí anunció en la tarde de ayer el acuerdo con el organismo de la ONU, que interrumpía el polémico plan de deportación de los inmigrantes a terceros países en África iniciado este año, pero horas después y tras recibir duras críticas de los sectores más derechistas y de su propio partido, anunció por anoche su suspensión y hoy la cancelación."Después de evaluar ventajas y desventajas, decidí cancelar el acuerdo", declaró Netanyahu después de reunirse con vecinos del sur de Tel Aviv en los cuarteles del Ejército israelí de la ciudad."De vez en cuando, se toma una decisión que debe considerarse", declaró el primer ministro israelí, que dijo haber hecho muchas consultas en las últimas horas con el ministro del Interior, Aryeh Deri, así como con profesionales y vecinos de la zona sur de Tel Aviv, donde viven la mayoría de inmigrantes y solicitantes de asilo africanos.Parte de la población israelí de estos barrios ha protestado con dureza en contra de la presencia de miles de inmigrantes desde hace años."A pesar de las crecientes dificultades legales e internacionales, continuaremos actuando con determinación para agotar todas las posibilidades disponibles para eliminar a los infiltrados", dijo el líder del Ejecutivo israelí, y aseguró que "al mismo tiempo, seguiremos buscando soluciones adicionales".En enero, Israel anunció el plan de deportación masiva que se aplicaría a 32 mil de los 38 mil inmigrantes africanos que se calcula que hay, la mayoría eritreos y sudaneses, excluyendo a seis mil menores y a progenitores con hijos a su cargo, mientras que a partir de febrero se empezó a entregar las órdenes de deportación.El plan fue objeto de rechazo social, con manifestaciones multitudinarias en contra y miembros de todo el espectro de la sociedad civil israelí solidarizándose con los inmigrantes.Ayer, después de que Netanyahu anunciara el acuerdo con ACNUR que hoy fue definitivamente cancelado, el primer ministro recibió críticas de los partidos de derechas, entre los que estaban sus socios gubernamentales y su propia formación política, el Likud."Dar estatus a 16 mil infiltrados en Israel convertirá al país en el paraíso para los infiltrados y constituye una rendición", dijo el ministro de Educación y socio principal de la coalición de gobierno, Naftalí Benet.Benet reclamó que se implemente el plan original y que "los refugiados de lugares peligrosos, que sean absorbidos por Israel, y los infiltrados para trabajar, que sean devueltos".