Las temperaturas apenas subieron a los 32 grados centígrados durante un par de días en Chicago. Pero el hallazgo de los cadáveres de tres mujeres en un edificio de viviendas para ancianos este mes llevó a las autoridades municipales a buscar respuestas a interrogantes que se supone serían abordadas tras una ola de calor de mayor duración e intensidad que dejó más de 700 muertos hace casi tres décadas.Ahora, la ciudad -y el país- enfrenta la realidad de que debido al cambio climático, las olas de calor pueden azotar casi cualquier parte, no sólo en pleno verano y no ser largas necesariamente.La oficina del forense del condado Cook no ha determinado las causas de las muertes de las tres mujeres cuyos cadáveres fueron encontrados el 14 de mayo.