Unos 200 militares británicos comenzaron a desplegarse en hospitales de Londres para reforzar al servicio público sanitario (NHS) ante las crecientes bajas de personal médico provocadas por el COVID-19, según indicó el ministerio de Defensa del Reino Unido.Esos efectivos del personal las Fuerzas Armadas del país han quedado a disposición de centros hospitalarios de la capital, hasta ahora considerada el epicentro de la ola de la variante ómicron del país.El anuncio se efectuó después de que el primer ministro británico, Boris Johnson, indicara esta semana que su Ejecutivo confía en poder “vadear” esta última ola sin la necesidad de introducir nuevas medidas en Inglaterra.Entre los efectivos desplegados figuran, según señaló el ministerio de Defensa en un comunicado, 40 médicos militares y 160 efectivos que ayudarán a rellenar bajas entre el personal del NHS -servicio público sanitario- que no pueden trabajar por encontrarse enfermos o aislados.Serán repartidos en 40 equipos de cinco personas, en los que habrá un médico y cuatro efectivos de apoyo que reforzarán áreas donde la necesidad de personal es mayor.Los militares se mantendrán en estas funciones durante las próximas tres semanas, según el ministerio.Además, otros 32 efectivos del Ejército proporcionarán apoyo al Servicio de Ambulancias, donde trabajarán con paramédicos hasta finales de marzo.
