Exactamente en la misma esquina donde fue asaltado y agredido cobardemente 12 días antes, el jalisciense Gonzalo García recibió el pasado martes 14 de diciembre un cheque de 25 mil dólares de ayuda, recolectados a través de una campaña de GoFundMe.Gracias a una adolescente mexicana que fue testigo directo del hecho y a la ayuda de grupos comunitarios del vecindario Belmont-Cragin, en el noroeste de Chicago, este “milagro” renueva sus esperanzas y permitirá que este migrante trabajador tenga la oportunidad de enviarle un gran regalo de Navidad a su esposa y a sus cuatro hijos en Guadalajara.En el momento en que recibió el cheque, García, de 58 años, miró hacia el cielo y se quedó callado por un minuto, mientras digería lo que le estaba ocurriendo. “Gracias Dios, gracias mi Virgencita por este milagro”, dijo emocionado ante las lágrimas frente a las cámaras de los principales noticieros de televisión locales que trasmitieron en vivo ese momento.El 2 de diciembre, a las 4 de la tarde, García estaba vendiendo elotes y papitas fritas en su carrito cerca de una parada de autobús, a la altura del 5200 de West Grand Avenue, cuando varios jóvenes lo golpearon, lo tiraron al piso y le robaron el dinero que tenía en sus bolsillos. Se llevaron cerca de 400 dólares. El elotero fue trasladado al hospital en una ambulancia.El ataque ocurrió frente a la escuela pública “David Speer Academy”. La joven Brenda Correa, de 16 años, fue testigo de ese ataque y no pudo dormir aquella noche sabiendo que García probablemente no recibiría justicia. Ella buscó a la organización Belmont-Cragin United, que tienen una exitosa página comunitaria de Facebook, y originalmente se propusieron recaudar mil dólares. La campaña superó su objetivo en apenas tres horas. Nadie pensó que llegaría a ser algo tan grande.García recibió la noticia de que puede ser elegible para una visa U, un estatus aplicado a los no inmigrantes que son las víctimas de ciertos delitos, según confirmó la organización “Mijos”, que ayuda a inmigrantes a solicitar este tipo de visas.El elotero también recibió ayuda de Alejandro Sánchez, un maestro de la “David Speer Academy” que reparó su carrito e instaló un cajón con cerradura para guardar el dinero. Si García es atacado nuevamente mientras vende, el dinero estará a resguardo.Varios dueños de pequeños negocios también le han ofrecido oportunidades de trabajo a García si decide no volver a vender desde su carrito.“Tengo oportunidades”, dijo. “Me gusta trabajar. ... voy a seguir trabajando”.