Con una mochila al hombro, sudorosos bajo el sol, unos dos mil hondureños llegaron el lunes a la frontera de Guatemala en busca de alcanzar su "sueño americano".Cantando el himno nacional de Honduras, rezando, y gritando "¡sí se puede!" y "Honduras te amamos, vamos a Guatemala y México", los migrantes no cedieron paso en su objetivo a pesar de que las autoridades guatemaltecas dieron la orden de no permitir su ingreso al país.Silvestre Maldonado, agente de la Policía Nacional Civil de Guatemala, dijo a los migrantes que debían respetar las leyes. "Vamos a hacerlo en forma ordenada. No se tapen la cara porque si no, si se están convirtiendo en delincuencia". Luego explicó que harían una mesa de diálogo para resolver la situación.El domingo, una voluntaria que asistía a los migrantes estimó que habría unos mil 600 tratando de cruzar, pero el lunes Maldonado calculó alrededor de dos mil. Los medios locales consideraron que cientos más podrían unirse.Tras permanecer unas dos horas en la frontera con Guatemala, los migrantes hondureños, que superaban en número a la policía, empezaron a caminar y los uniformados no pudieron hacer mucho para detenerlos. Las patrullas de policía se limitaron acompañar la caravana algunos kilómetros dentro de Guatemala."Tenemos derechos" decían los viajeros.Los migrantes esperan atravesar suelo guatemalteco y mexicano con el objetivo de hacerse de una nueva vida en Estados Unidos. A su paso por Guatemala, algunos policías y varios vecinos les entregaron agua fría para tratar de combatir el calor; otros utilizaban sus vehículos para llevarlos unos kilómetros de su marcha.JM