Martes, 26 de Noviembre 2024

Patrulla Fronteriza de EU detiene a miles antes de cambiar política de deportación

Militares estadounidenses han reforzado la seguridad en la frontera para evitar el ingreso ilegal de personas

Por: El Informador

Adultos y niños, en su mayoría centroamericanos, cruzaron el río Bravo antes de que cambie la política de deportaciones de Estados Unidos. EFE

Adultos y niños, en su mayoría centroamericanos, cruzaron el río Bravo antes de que cambie la política de deportaciones de Estados Unidos. EFE

Horas antes de la conclusión del Título 42, política que permitía a Estados Unidos (EU) deportar a migrantes de forma exprés, debido a la emergencia sanitaria por el COVID-19, la Patrulla Fronteriza informó que detuvo a dos mil 500 indocumentados que intentaron entrar al país vecino

Los extranjeros tomaron esta decisión previo a que se ponga en marcha el Título 8, norma que históricamente ha regido la migración en EU y que impone castigos más severos como apertura de juicio penal por ingresar de forma irregular al territorio norteamericano. 

Los que aguardaban en México se quitaron la ropa antes de descender por una inclinada orilla hacia el río Bravo, aferrándose a bolsas de plástico repletas de sus pertenencias. Un hombre llevaba a un bebé dentro de una maleta abierta sobre su cabeza.

Del lado estadounidense, otros se pusieron de nuevo las prendas secas y siguieron su camino entre alambres de púas. Muchos se entregaron de inmediato a las autoridades con la esperanza de ser puestos en libertad en lo que sus casos avanzan en las atestadas cortes migratorias, lo cual suele tomar años.

Para Úrsula Roldán, especialista en Movilidad Humana, el trato a los migrantes que van a Estados Unidos podría empeorar con el Título 8, por lo que se podrían agudizar las violaciones a los derechos humanos de personas en tránsito. 

El caos y la desesperación crecen en la frontera norte

En el último día del Título 42, el caos y la desesperación crecieron en la frontera norte de México, donde los migrantes han intentado cruzar de forma masiva a Estados Unidos con tácticas como arrojarse al río Bravo y armar estampidas humanas.

En la frontera entre Matamoros, Tamaulipas y Brownsville, Texas, al sur de Estados Unidos, los migrantes se han preparado estos días para el fin del Título 42, una norma sanitaria que permite las expulsiones inmediatas de migrantes en la frontera.

En las horas previas, militares estadounidenses han instalado una concertina de seguridad, es decir, alambre de cuchillas enrollado, para evitar los cruces irregulares en la ribera del río Bravo, o río Grande en EU, para contener a los migrantes.

Pero, a pesar de ello, los extranjeros siguen lanzándose al agua para alcanzar suelo estadounidense y, aunque algunos han sido retornados por el mismo caudal hacia México, otros han logrado su paso, principalmente porque traen consigo menores de edad.

En las últimas 24 horas, grupos de migrantes, venezolanos en su mayoría, se han internado en el río que divide ambos países y, aunque las autoridades han intentado inhibir la acción, se continúan filtrando familias a lo largo del río.

Esto ocurre ante la incertidumbre que ha traído la entrada en vigor del Título 8, que implica “expulsiones rápidas y masivas de los ciudadanos migrantes que incumplan la normativa estadounidense” de ingreso a ese país.

“No sabemos qué otra ley venga que nos pueda amparar a nosotros, que nos pueda dar esa seguridad que vamos a pasar hacia Estados Unidos. Entonces tomamos la decisión de arriesgarnos”, declaró un venezolano que prefirió guardar el anonimato.

En el lado mexicano, los agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) se apostaron en los puntos donde había flujo de migrantes, mientras militares estadounidenses colocaban la filosa alambrada para impedir su paso e, incluso, les gritaban que regresaran a México.

Con el nuevo obstáculo extendido y las Fuerzas Federales, hubo migrantes que no atravesaron esa barrera y volvieron por el río Bravo a Matamoros.

EFE

Proponen legisladores republicanos reanudar construcción del muro

Los legisladores republicanos estadounidenses sacaron adelante ayer en la Cámara Baja un proyecto de ley que aboga por reanudar la construcción del muro en la frontera con México, pero que se verá frenado por los demócratas en cuanto prosiga la tramitación parlamentaria.

La iniciativa fue aprobada por 219 votos a favor y 213 en contra, pero no tiene visos de prosperar, porque el Senado está en manos de los demócratas y el presidente del país, Joe Biden, ha avisado ya de que la vetará en caso de llegar a su despacho.

Los conservadores reprochan a la Administración demócrata haber mantenido en estos dos años de mandato una política “de puertas abiertas” en la frontera sur que, en su opinión, ha provocado “una crisis humanitaria y de seguridad nacional”.

Su proyecto de ley dice cumplir su propia promesa a los estadounidenses de “ofrecer soluciones a una crisis que afecta no solo a ciudades y estados a lo largo de la frontera, sino a ciudades y estados de todo el país”.

Su medida estrella pretende retomar la construcción de un muro entre México y Estados Unidos siete días después de su promulgación. Fue una de las principales promesas de Donald Trump en su campaña electoral de 2016 y de su mandato, pero no llegó a finalizarse, y Biden paralizó las obras a su llegada a la Casa Blanca en enero de 2021.

El proyecto de ley ha sido impulsado por el legislador de Florida Mario Díaz-Balart, de origen cubano, y pide utilizar los fondos concedidos al respecto en octubre de 2019 y que todavía no hayan expirado.

También quiere que haya drones operativos sobre la frontera las 24 horas, un mínimo de 110 mil horas de vuelo anuales de vigilancia por parte de las Fuerzas Aéreas y autorizar al Departamento de Seguridad Nacional trasladar a terceros países seguros a los solicitantes de asilo “sin la necesidad actual de acuerdos bilaterales con esos países”.

La votación tuvo lugar ayer, horas antes de que expirara el Título 42, normativa que bajo el pretexto de la pandemia había permitido expulsar a inmigrantes de forma expedita.

EFE

Migrantes cruzan los obstáculos para intentar ingresar a Estados Unidos, desde Matamoros, en el último día del Título 42. EFE

Voz del experto
Úrsula Roldán, investigadora especializada en Movilidad Humana

El trato a los migrantes puede empeorar

El trato a los migrantes que van a Estados Unidos podría ser peor al por el final del Título 42, y por tanto, se teme que las violaciones a los derechos humanos de las personas migrantes podrían ser vulnerados, en opinión de la experta Úrsula Roldán.

“El temor es que con el fin del Título 42 en EU, miles de migrantes queden varados por ejemplo, en Guatemala, un país sin condiciones socioeconómicas para atender la emergencia”, explicó Roldán, investigadora especializada en Movilidad Humana. 

Con la pérdida de vigencia del Título 42, la seguridad migratoria de Estados Unidos será regida por la medida tradicional migratoria que impone castigos más severos como la apertura de juicio penal por ingresar de forma irregular al país norteamericano.

Además, Estados Unidos anunció la creación de centros de procesamiento de migrantes en Guatemala y Colombia para reducir la llegada a su frontera con México después del fin del Título 42.

“La violación a los derechos de migrantes se intensificó con el Título 42”, opinó Roldán, ya que, a su criterio, la normativa limitó la posibilidad de las personas en tránsito a optar por un asilo en Estados Unidos.

La experta advirtió que habilitar a Guatemala como un centro de espera para solicitudes de asilo “es un riesgo”, porque este país no tiene los recursos para atender la crisis humanitaria.

Guía
Pormenores de la situación migratoria

¿Qué es el Título 42 y para qué servía?

El Título 42 es el nombre de una autoridad de salud de emergencia. Es un remanente del Gobierno del presidente Donald Trump y entró en vigor en marzo de 2020. Dicha autoridad le permitía al Gobierno estadounidenses rechazar a migrantes que llegaban a la frontera con México bajo el argumento de que lo hacían para prevenir la propagación del COVID-19. Antes de eso, los migrantes podían cruzar ilegalmente, solicitar asilo y ser autorizados a ingresar a Estados Unidos. Entonces se les examinaba y con frecuencia eran puestos en libertad para que aguardaran la resolución de sus casos en los tribunales de inmigración.

¿Qué viene a continuación?

A partir de las 23:59 horas de ayer del tiempo del este de Estados Unidos, las restricciones por el Título 42 serán suspendidas.

Biden ha implementado una serie de políticas nuevas que combaten los cruces ilegales. El Gobierno dice que intenta impedir que la gente pague por operaciones de contrabando para realizar un viaje peligroso y con frecuencia letal.

Ahora sí habrá consecuencias estrictas. A los migrantes que sean sorprendidos cruzando ilegalmente no se les permitirá volver a Estados Unidos durante cinco años. Si lo hacen enfrentarán un juicio penal.

Nuevas normas para el asilo

Bajo el derecho estadounidense y el internacional, cualquier persona que llegue a Estados Unidos puede solicitar asilo.

Personas de todo el mundo arriban a la frontera del país con México para pedirlo. Son examinadas para determinar si realmente tienen un miedo creíble de sufrir persecución en su patria. Entonces su caso pasa al sistema de tribunales de inmigración con el fin de que sopese si pueden quedarse en Estados Unidos, pero ese proceso puede durar años. Normalmente se les pone en libertad en territorio estadounidense con el fin de que aguarden a que sus casos sean resueltos.

¿A quién se le permite el ingreso?

Estados Unidos ha dicho que aceptará hasta a 30 mil personas al mes de Venezuela, Haití, Nicaragua y Cuba, siempre y cuando lleguen por aire, tengan un patrocinador y presenten primero su solicitud en línea. El Gobierno también permitirá el ingreso a Estados Unidos de hasta 100 mil personas de Guatemala, El Salvador y Honduras.

Aumenta la urgencia por salir de la frontera sur de México

La urgencia de los migrantes por salir de la frontera sur de México y cruzar el país se elevó en el último día de vigencia del Título 42 en Estados Unidos, un hecho que perciben como su oportunidad para llegar hasta ese país.

Migrantes exigieron un permiso para transitar por México ayer en Tapachula, en el límite con Guatemala, adonde los últimos días han arribado decenas de miles con la expectativa de llegar a Estados Unidos sin padecer una deportación inmediata.

Tan sólo la madrugada de ayer arribaron unos cuatro mil migrantes más a la ciudad, donde en medio de empujones y gritos se disputaron un lugar en las filas para que las autoridades mexicanas los atendieran y empezaran un primer viaje de unos mil kilómetros a la capital del país.

“Todos van a pasar, en orden, no se empujen, a todos los vamos a atender”, prometieron los agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) con un altavoz.

Martín Santos es un migrante hondureño que trabaja en la construcción y viaja con un amigo en esta travesía que él consideró que se ha convertido en un infierno para muchos centroamericanos.                  

EFE

Migrantes hacen fila mientras esperan regularizar documentos migratorios en Tapachula. EFE


NY dice que se ha quedado sin espacio para migrantes

El fin de las restricciones al asilo impuestas durante la pandemia podría enviar una nueva oleada de solicitantes de asilo hacia la ciudad de Nueva York, un lugar que durante mucho tiempo se ha enorgullecido de acoger a las masas que anhelan libertad. Pero mientras los inmigrantes se concentraban en la frontera sur de Estados Unidos, el alcalde Eric Adams advertía que su ciudad no podría dar cabida a la previsible afluencia.

Las autoridades municipales, que esperan recibir autobuses cargados de inmigrantes procedentes de Texas y otros estados fronterizos, han estudiado la posibilidad de alojar a los recién llegados en hangares, un hipódromo, gimnasios o incluso tiendas de campaña en Central Park. Otros podrían acabar en la calle, temen los activistas, a pesar del compromiso de la ciudad, ordenado por un tribunal, de proporcionar a todos los residentes acceso a un lugar donde alojarse.

Ante lo que describió como una “crisis humanitaria”, Adams, un demócrata, ha tomado una serie de medidas destinadas a aliviar la presión sobre el saturado sistema de albergues de la ciudad.

AP

 

CT

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