La primera ministra británica Theresa May sobrevivió el miércoles a otra votación crucial en el camino al Brexit, pero legisladores proeuropeos de su partido advirtieron que todavía podrían rebelarse, si se retracta de las promesas de darle al parlamento una mayor voz en el acuerdo final de salida.Este texto está destinado de poner fin a la supremacía del derecho europeo sobre el británico y a organizar la transposición de algunas reglamentaciones europeas.El parlamento anuló una enmienda al proyecto de ley de retirada, que había sido presentado por la Cámara de los Lores, que intentaba mantener al Reino Unido alineado con la unión aduanera del bloque europeo.El martes May había evitado que el Parlamento tuviera la última palabra sobre el Brexit.La Cámara de los Comunes rechazó entonces por 324 a 298 una enmienda a la ley del Brexit que daba al Parlamento capacidad de vetar el desenlace de las negociaciones con Bruselas, y que estaba motivada por el temor a que el país saliera de la Unión Europea sin un acuerdo.Para ello, todos los diputados conservadores potencialmente rebeldes recibieron garantías que aseguraron su voto a favor del gobierno.Este miércoles este grupo advirtió que podrían intentar tumbar al ejecutivo si May no cumple con sus promesas.El más prominente de los díscolos conservadores, Dominic Grieve, dijo que esperaba que se lograra un compromiso, pero que de lo contrario, "esto no es el final de este asunto".May cuenta con una pequeña mayoría parlamentaria gracias al apoyo de los diputados unionistas norirlandeses del DUP (Partido Democrático Unionista). Sin embargo, su bancada conservadora no está unida en este tema, como tampoco lo está la oposición, y un puñado de "tories" rebeldes podría hacer descarrilar sus planes.SA