El Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular de Naciones Unidas (ONU) ha sido aprobado hoy por más de 150 países que asisten a la conferencia intergubernamental de la ONU organizada en la ciudad marroquí de Marrakech.La aprobación fue por aclamación durante la sesión plenaria presidida por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres; la presidenta de la Asamblea General de la ONU, María Fernanda Espinosa, y Naser Burita, el ministro de Exteriores de Marruecos, país anfitrión de la conferencia.El pacto, destinado a reforzar la cooperación internacional para una "migración segura, ordenada y regular", deberá ser sometido todavía a una última votación de ratificación el próximo 19 de diciembre en la Asamblea General de Naciones Unidas.Durante su intervención, Guterres lanzó un mensaje a los países que se han negado a firmar el pacto o que han expresado sus reservas sobre el texto o han pedido tiempo, afirmando que "no es un tratado" y que "no es jurídicamente vinculante" y dejando la puerta abierta a que se sumen más adelante.El texto garantiza "el derecho soberano de los Estados a determinar sus política de migración y su prerrogativa para gobernar la migración dentro de su jurisdicción, en conformidad con el derecho internacional", insistió el secretario general.Al mismo tiempo que lamentó la existencia de "falsedades" sobre el documento y el fenómeno migratorio en general.Por su parte, la presidenta de la Asamblea General de la ONU, María Fernanda Espinosa, reiteró que el documento es un instrumento flexible que se adapta a las necesidad nacionales de los Estados."Es un momento histórico porque damos un rostro humano a la emigración", precisó Espinosa, antes de añadir que los Estados "por más poderosos que sean, no pueden afrontar el reto migratorio solos".Quince jefes de Estado, ocho primeros ministros y numerosos cancilleres y responsables tomaron parte en este encuentro que durará dos días.Países, sobre todo receptores de emigrantes, como Australia, Chile, Italia, Israel y un numeroso grupo de los centroeuropeos se han retirado del pacto en las pasadas semanas y hasta ayer, mientras que Estados Unidos se opuso a él desde el principio.Para responder a las reticencias despertadas, todos los oradores que hoy tomaron la palabra insistieron en que la soberanía de los estados no se verá de ningún modo disminuida y recalcaron que la migración plantea problemas globales y requiere soluciones globales.El pacto, no vinculante, recoge principios (defensa de los derechos humanos, de los niños, reconocimiento de la soberanía nacional) y enumera propuestas para ayudar a los países a enfrentar las migraciones , como el intercambio de información y de experiencia o la integración de los migrantes.También prohíbe las detenciones arbitrarias y solo autoriza los arrestos como medida de último recurso.Los activistas de los derechos humanos consideran que el acuerdo no llega suficientemente lejos en materia de ayuda humanitaria, servicios básicos y derechos laborales de los migrantes. Sus detractores lo consideran una incitación a los flujos migratorios incontrolados.Con información de EFE y AFP