El Gobierno español anunció ayer un plan sin precedentes para destituir a las autoridades separatistas de Cataluña, instalar a su propia gente en su lugar y convocar a elecciones, invocando poderes constitucionales jamás utilizados para controlar la región que amenaza con independizarse.Tras una sesión extraordinaria del Consejo de Ministros, el jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, dijo que pedirá al Senado autorización para que ministros del Gobierno central asuman las funciones del Gobierno catalán, lo que incluye el control de la policía, las finanzas y los medios de prensa públicos.En un esfuerzo por detener el movimiento independentista, Rajoy también pedirá al Senado que le dé el poder de llamar a elecciones regionales, algo que por el momento sólo puede hacer la Generalitat de Cataluña.En respuesta, el presidente catalán, Carles Puigdemont, llamó a los legisladores locales a contrarrestar el intento por eliminar el Gobierno autónomo.En un discurso televisado, Puigdemont dijo que los planes del presidente Rajoy de reemplazarlo a él y a su gabinete son un intento por “humillar” a Cataluña y un ataque a la democracia. Exhortó al parlamento regional a debatir y decidir el tema y a actuar en consecuencia.Mientras tanto, en Cataluña reinaba el estupor, incluso entre sectores moderados. El anuncio provocó cacerolazos en las calles de Barcelona, en una marcha que, de acuerdo con la Policía de Cataluña, participaron 450 mil personas, mientras que un grupo anti secesión dijo que la cifra de los participantes fue de 85 mil.