Los manifestantes en contra de los mandatos de vacunas y otras restricciones por el COVID-19 retiraron ayer sus vehículos de un crucial puente en la frontera de Canadá con Estados Unidos, pero intensificaron sus movilizaciones en diversas ciudades, incluida la capital, donde la policía dijo que esperaba refuerzos para poner fin a lo que describió como una ocupación ilegal.La tensa situación en el puente Ambassador que une Windsor, Ontario, con Detroit, se relajó ayer en la mañana cuando la policía canadiense persuadió a los manifestantes a que movieran sus camiones que habían utilizado para bloquear la entrada en ese concurrido paso fronterizo internacional. Sin embargo, los manifestantes volvieron a agruparse en las cercanías y en la noche continuaban impidiendo el acceso desde la parte canadiense, dificultando el tránsito y el comercio por sexto día consecutivo.En Ottawa, los manifestantes aumentaron a miles como ha sido el caso en fines de semana anteriores, música a todo volumen inundaba el ambiente y la gente se arremolinaba en el centro de la ciudad donde manifestantes antivacuna acamparon desde finales de enero.