El presidente venezolano, Nicolás Maduro, llamó a los militares a "no bajar la guardia", haciéndose eco de versiones de prensa en Estados Unidos de que en agosto de 2017 su homólogo Donald Trump planteó la posibilidad de invadir Venezuela."No puede bajar la guardia ni un segundo, porque defenderemos el derecho más grande que tiene nuestra patria en toda su historia (...) que es vivir en paz", dijo Maduro este miércoles durante una ceremonia de ascensos de generales y almirantes.El mandatario citó informaciones de la prensa estadounidense, según las cuales Trump preguntó en agosto pasado a varios de sus asesores en política exterior sobre la posibilidad de invadir el país petrolero.El planteamiento fue hecho "durante una reunión sobre las sanciones" que Washington ha impuesto al gobierno de Maduro, aseguró la cadena CNN, citando a un alto funcionario del gobierno próximo a esos comentarios.Sin embargo, "los asesores de Trump rechazaron vigorosamente la idea, así como otros líderes latinoamericanos que supuestamente le dijeron a Trump que no querían ver una invasión estadounidense", añadió CNN.Maduro sostuvo que estas versiones prueban la veracidad de sus denuncias de que Washington planea atacar militarmente a Venezuela para apoderarse de sus vastas reservas de crudo."¿Casualidad? No es casualidad", afirmó el presidente, indicando que la pregunta de Trump a sus asesores se produjo "luego de una visita de opositores venezolanos a la Casa Blanca"."No será jamás una intervención del imperio estadounidense una solución para los problemas de Venezuela, jamás, pero nuestra Fuerza Armada (...) tiene la responsabilidad de estar preparada para defender el territorio nacional en cualquier condición que nos toque defenderlo", subrayó Maduro.Por su parte Diosdado Cabello, presidente de la oficialista Asamblea Constituyente que rige al país con poderes absolutos, anunció una investigación por "traición a la patria" contra opositores que "piden una intervención militar".El 11 de agosto de 2017, Trump dio señales de que consideraba una alternativa de fuerza frente a Maduro, a quien tilda de "dictador" y cuya reelección el pasado 20 de mayo desconoce.Este extremo generó reacciones inmediatas incluso entre aliados de Washington en la región, pues abriría una fase de inestabilidad de consecuencias impredecibles.Apenas dos días después de esa polémica declaración, el vicepresidente Mike Pence inició una gira por Colombia, Argentina, Chile y Panamá, que sirvió para bajar el voltaje de la incertidumbre y asegurar a la región que la Casa Blanca daría prioridad a acciones multilaterales. SA