El Gobierno del presidente de Francia, Emmanuel Macron, busca que la Cámara baja del Parlamento francés apruebe una polémica reforma al sistema de pensiones a pesar de las protestas de la oposición y los sindicatos.Ayer, miles de personas salieron a las calles en París y otras ciudades para denunciar el plan que, dicen, obligará a la gente a trabajar más tiempo por menos dinero.El primer ministro Edouard Phillippe decidió usar un atributo constitucional que le permite aprobar sin votación el proyecto en la Asamblea Nacional. El proyecto irá luego al Senado.El Gobierno espera acelerar el proceso legislativo para poder aprobar la ley a mediados de año. Los debates en la Asamblea Nacional se demoraron por las 41 mil enmiendas presentadas por la oposición.En paralelo, Macron inició tres meses de discusiones con los sindicatos sobre la financiación del sistema de pensiones, con medidas que incluyen elevar los impuestos o la edad de retiro. Los sindicatos izquierdistas CGT y FO, que se oponen a la reforma, adelantaron que dejarán de participar en las negociaciones.La reforma jubilatoria fue una promesa central de la campaña de Macron, quien sostiene que el nuevo sistema, que busca unificar 42 regímenes de pensiones estatales, será más justo y sustentable.El líder opositor, Jean-Luc Mélenchon, señaló que la reforma es un “fiasco anunciado” y denunció que “la monarquía presidencial adquiere tintes autoritarios”.