El presidente francés, Emmanuel Macron, pidió al primer ministro, Édouard Philippe, que se reúna con la oposición y con los “chalecos amarillos” para buscar una salida a la crisis nacional provocada por las protestas por la subida de precios a los combustibles, mientras el movimiento insta a nuevas manifestaciones.Macron visitó el Arco del Triunfo y sus avenidas, la zona más afectada por protestas, para comprobar los daños provocados. Después se reunió en el Eliseo con Philippe; el ministro del Interior, Christophe Castaner; el secretario de Estado de Interior, Laurent Nuñez; la ministra de Justicia, Nicole Belloubet, y el ministro de Ecología, François de Rugy.Ante el desbordamiento de las fuerzas del orden en París el sábado, Castaner dijo que no descartaba la instauración del estado de emergencia a sugerencia del sindicato policial Alliance, pero la ministra de Justicia aseguró que el país tiene otras herramientas para garantizar el orden.Castaner y Nuñez comparecerán mañana en el Senado sobre el dispositivo de seguridad, que muchos critican y tachan de anticuado, insuficiente e incluso erróneo en su análisis por haber tratado de concentrar en una avenida a un movimiento desorganizado e indisciplinado que de momento no responde ante ningún líder.Por su parte, el fiscal de París, Rémy Heitz, dijo que 378 personas permanecen detenidas bajo custodia policial tras los violentos disturbios, un número extraordinario que ha obligado a repartirlos en comisarías de toda la región parisina.“Entre los detenidos hay una cierta variedad de perfiles pero tenemos muchos hombres mayores, de entre 30 y 40 años llegados de provincias para participar en actos de violencia, aunque se reivindican del movimiento de los ‘chalecos amarillos’”, indicó Heitz.Entre los detenidos también hay 33 menores y otros perfiles de “jóvenes de la región parisina, más bien motivados por la delincuencia”.Los detenidos comparecerán ante la justicia en procedimientos urgentes a partir de hoy en su mayoría por violencia contra la autoridad pública, degradación de la vía pública, reagrupación con objetivos violentos o por llevar armas como cuchillos y proyectiles, entre otros delitos.El fiscal señaló que esas infracciones están penadas con prisión de tres a siete años aunque las sentencias se aplicarán de forma individualizada, caso por caso.