El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil postergó hasta el 4 de abril la decisión sobre el pedido del expresidente Luiz Inacio Lula da Silva para evitar la prisión, pero le garantizó que no será encarcelado hasta que no concluya el debate.La decisión da un respiro al líder de la izquierda, que corría riesgo inminente de ir preso si un tribunal de apelaciones rechazaba el próximo lunes sus últimos recursos de segunda instancia."En las actuales circunstancias, era lo que se podía esperar del tribunal", afirmó el abogado de Lula, Sepúlveda Pertence, citado por el periódico O Globo. Aunque se negó a hacer previsiones sobre el resultado final: "Pronóstico, sólo después del partido", afirmó.Dos veces presidente de Brasil (2003-2010), Lula, de 72 años, se encuentra en el sur del país en plena pre-campaña proselitista, a pocos meses de las elecciones presidenciales en las que se perfila como favorito, pese a su atribulada situación judicial."Si el Partido de los Trabajadores (PT) me deja, yo quiero volver. Si disputo [las elecciones] y pierdo, acataré el resultado como siempre lo hice (...) Si [mis opositores] quieren ganar, no cometan ninguna canallada: disputen en las urnas", reiteró en un acto la noche de este jueves Lula, que no hizo mención en su discurso a la decisión del STF.Ahora "no hay ningún riesgo de prisión hasta que el STF juzgue el habeas corpus" presentado por la defensa, explicó a la Afp Aury Lopes Jr, profesor de Derecho Penal en la Universidad Católica de Rio Grande do Sul.La discusión fue postergada hasta el 4 de abril porque la corte no sesionará durante la semana santa.Según la jurisprudencia actual, Lula podría ser encarcelado una vez agotados los recursos en segunda instancia judicial.Temiendo este desenlace, la defensa accionó al STF pidiendo un habeas corpus preventivo, un recurso que evite que Lula sea encarcelado hasta que su caso no sea analizado por cortes superiores.Se esperaba que el STF zanjara este mismo jueves la cuestión, pero los magistrados dedicaron varias horas a discutir si el habeas corpus preventivo presentado por la defensa de Lula para evitar su eventual prisión era un recurso admisible desde el punto de vista formal.Al final de la tarde, la mayoría de los jueces votaron por postergar la discusión de fondo y a favor de concederle a Lula una cautelar para asegurarle el derecho a permanecer libre.La expedición de ese salvoconducto "respeta la Constitución. Esperamos que ese sea el camino del Supremo en la decisión final", tuiteó la presidenta del PT Gleisi Hoffmann."Lula obtiene la primera victoria en el STF", afirmó por su parte el líder del PT en Diputados, Paulo Pimenta.Lula fue condenado en el marco de la megacausa "Lava Jato" por recibir un apartamento de lujo de la constructora OAS, implicada en el escándalo de sobornos de Petrobras.El expresidente asegura que no existen pruebas en su contra y cuestiona la imparcialidad de los jueces que trataron su caso hasta ahora, acusándolos de querer sacarlo de la disputa electoral.Si el STF le concediese el habeas corpus, Lula podría recurrir su sentencia en libertad hasta que su caso llegue a cortes superiores.Pero aún en ese caso, Lula no debería librarse de la inhabilitación que impone la justicia electoral a los candidatos condenados en segundo grado.Líder holgado en los sondeos de intención de voto, el futuro electoral del expresidente (2003-2010) recién se dilucidará durante la ventana de inscripción de candidatos, entre el 20 de julio al 15 de agosto.Además, existen otros seis procesos contra él, por los cuales todavía no ha sido juzgado.Los fiscales de Curitiba, donde está basada la Operación Lava Jato, se mostraron alertas ante la posibilidad de que el STF abra una brecha en la ejecución de penas a partir del fin del proceso de segunda instancia.Esa herramienta, junto con las prisiones preventivas y las delaciones premiadas, han sido esenciales para condenar a poderosos empresarios y políticos en el marco de Lava Jato, que investiga una red de sobornos centrada en Petrobras. Y temen que este precedente sirva para liberar a otros condenados.La posible ejecución de una pena a partir de la condena en firme en segunda instancia fue decidida por el STF en 2016, en una apretada decisión de 6 votos contra 5, y sigue siendo objeto de fuertes controversias.Sus defensores argumentan que fue clave para desmontar grandes esquemas de corrupción, porque evita los interminables atajos jurídicos disponibles en las cuatro instancias judiciales de Brasil. Sus detractores, en tanto, afirman que viola la presunción de inocencia garantizada en la Carta Magna. JA