Los devastadores incendios que azotan a la ciudad de Los Ángeles han cobrado siete vidas y las autoridades se han visto obligadas a evacuar a 180 mil personas.Se estima que miles de estructuras han sido destruidas por los seis incendios que se encuentran activos. Y lo peor es que la intensidad de los vientos ha provocado su extensión.Miles de bomberos se encuentran en las labores de combate, a la espera de que el clima les permita ganar control.Además de Los Ángeles, áreas como Palisades, Pasadena, Hollywood Hills y Valle de San Fernando también registran serios estragos por el fuego. Incluso, celebridades perdieron su patrimonio debido a estos siniestros.La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, informó que el canciller Juan Ramón de la Fuente ya está en contacto con el consulado en California para atender a las y los mexicanos afectados que lleguen a requerir algún apoyo, además de expresar su voluntad de cooperación al gobernador de California, Gavin Newsom.La jalisciense Claudia de la Vega vivía en Palms Palisades; sin embargo, fue desalojada y su casa se perdió entre las llamas. Pudo trasladarse con otros familiares a Monrovia, pero también les avisaron que es probable que tengan que evacuar de nuevo.“Es realmente devastador ver cómo en minutos te cambia la vida. Nosotros recibimos una llamada de alerta y en menos de 40 minutos ya habíamos evacuado la casa. Afortunadamente mi familia me recibió aquí, pero en esta área también fuimos llamados para estar atentos y poder evacuar cuando se necesite”.El presidente Joe Biden afirmó que no escatimará en esfuerzos para atender la crisis. Los bomberos que combaten los incendios en Los Ángeles no se dan abasto: trabajan sin descanso y a contrarreloj para contener el avance de los múltiples incendios que rodean la metrópolis y que están resultando imposibles de apagar porque se están quedando sin recursos.Por lo pronto, más de cuatro mil efectivos luchan contra el siniestro en Pacific Palisades, el foco de mayor actividad que ya ha arrasado con más de siete mil hectáreas, según el último balance de las autoridades.Otros 700 se despliegan a lo largo del conocido incendio de Eaton, en la ciudad de Pasadena, que ya calcinó por completo cuatro mil hectáreas y sigue fuera de control.Con la concentración de todo el personal disponible en esos dos focos, el estallido de dos nuevos siniestros, uno de ellos en las colinas de Hollywood, sumado a otro que se está logrando contener, puso en aprietos a un desbordado personal de bomberos y policías, con varios de ellos jugándose la vida en combate a las llamas.“Estamos mirando alrededor para ver si hay puntos calientes. Una vez que se da la vuelta (y se rodea un monte) se ve este cañón todo quemado hasta arriba”, reconoce un oficial en una de las zonas de conflicto. Otros puntos como en el barrio de Palisades sigue siendo complicado adentrarse entre las llamas.Esos fuegos “no los podemos detener, por lo que ahí hacemos lo que podemos: vamos a proteger las estructuras, tal vez pequeños incendios puntuales y lo vamos a contener lo mejor que podamos”, explica un efectivo del Departamento de Bomberos de Los Ángeles. A los equipos de socorro que se han unido a las labores de extinción desde otros puntos de California, se suma el envío de diez helicópteros de la Marina por parte del Pentágono, cinco avionetas cisterna y decenas de camiones para combatir los incendios.Ante la proliferación de los múltiples focos activos que se abren impulsados por los fuertes vientos de Santa Ana, el desplazamiento de personal de un foco a otro es constante, pero se añade otro problema: la escasez de agua.Los tanques de almacenamiento de agua en el área de Palisades “se secaron”, lo que ha disminuido el flujo de agua de los hidrantes y bocas de incendio que se encuentran en elevaciones de terreno, informó en una rueda de prensa la directora del Departamento de Agua y Energía de Los Ángeles, Janisse Quiñones.Entre la falta de agua y que el personal es insuficiente, los fuertes vientos de Santa Ana amenazan con quedarse hasta la tarde de hoy, según el último boletín del Servicio Nacional de Meteorología, lo que se traduciría en un escenario catastrófico para la región del Sur de California.Agencias El incendio de Palisades se perfila como uno de los más costosos de California tras destruir más de mil estructuras y viviendas en un vecindario angelino donde el promedio del valor de las casas supera los tres millones de dólares.Un análisis de la aseguradora J.P. Morgan estima que las pérdidas aseguradas por ese incendio podrían alcanzar los 10 mil millones de dólares, de acuerdo con información citada por la agencia NBC. Voz del experto Jennifer Balch, científica de incendios de la Universidad de ColoradoIncendios “pequeños, poderosos y rápidos” han arrasado el Oeste de Estados Unidos en las últimas décadas a medida que el mundo se calienta, dijo Jennifer Balch, científica de incendios de la Universidad de Colorado.Ella publicó un estudio en la revista Science en octubre pasado donde analizó 60 mil incendios desde 2001 y encontró que los que crecen más rápido casi se han triplicado en frecuencia desde ese año.“Los incendios se han vuelto más rápidos”, dijo Balch y señala que “el gran culpable que sospechamos es un clima que se calienta y que hace más fácil quemar combustibles cuando las condiciones son las adecuadas”.Los incendios de verano suelen ser más grandes, pero no arden tan rápido. Los siniestros de invierno son mucho más destructivos porque ocurren mucho más rápidamente. Además, la velocidad del viento y de propagación de las llamas están claramente vinculadas, apunta.Además, los vientos de Santa Ana están ocurriendo más tarde en el año, moviéndose del otoño más seco al invierno más húmedo.Normalmente, eso reduciría las amenazas de incendio, pero este no es un tiempo normal.Después de dos inviernos de lluvias, cuando los ríos atmosféricos vertieron enormes cantidades de agua en la región haciendo crecer muchas plantas, un inicio rápido de la sequía las secó, proporcionando la yesca perfecta. CT
