La decisión del Parlamento catalán de declarar la independencia de esa región española abre un escenario insólito con varias incertidumbres por delante en un camino que hasta ahora ningún Gobierno español había tenido que transitar.Y si ya habían pasado varios días en que los catalanes —y toda España— yacían ante la duda, ahora que la supuesta República de Cataluña ha dado su primer respiro y el Gobierno central ha marcado los pasos a seguir, parece que a los independentistas sólo les queda confiar en que la movilización ciudadana les dará aliento para enfrentar la lucha soberanista.Por eso ayer, tras la declaración de independencia, el presidente catalán, Carles Puigdemont, hizo un llamamiento a los ciudadanos para que mantengan “el pulso del país” en el terreno de “la paz, el civismo y la dignidad”.El problema es que no todos están de acuerdo con la secesión, llámense políticos o ciudadanos, aunque éstos últimos han optado por la autocensura, por miedo a ser agredidos.Acciones de efecto retardadoLa Fiscalía General del Estado anunció para los próximos días una querella por rebelión contra los principales artífices de esa declaración, en especial el Gabinete regional y los integrantes de la Mesa del Parlamento.Esa es una de las vías de la respuesta al secesionismo, mientras que la política es la impulsada por el Ejecutivo de Mariano Rajoy que, con el respaldo otorgado por el Senado, va a asumir competencias hasta ahora ejercidas por la autonomía catalana.Sin embargo, hay incertidumbre por la resistencia, institucional y ciudadana que se puede generar en Cataluña.Y, por otra parte, hay quienes afirman que Rajoy se decidió a actuar demasiado tarde, aunque él mismo señaló que prefirió esperar porque creía que aún se estaba a tiempo de reconducir la situación.En medio de gran algarabía, el presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, declaró la independencia unilateral de España y pidió apoyo al pueblo; la gente, partidiaria de la separación, se emocionó y asumió el compromiso de luchar por la naciente República catalana; mientras en el Senado español se aprobaban las medidas para poner orden entre los catalanes. Todos celebraron su triunfo, pero ahora viene lo más difícil para esta nación.La OTAN espera resolución constitucionalLa solución a la crisis política en España pasa por el “orden constitucional” de este país, dijo el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, después que el parlamento catalán declarara unilateralmente la independencia de esta región.“España es un aliado comprometido que hace contribuciones importantes a nuestra seguridad compartida”, indicó en un comunicado el jefe de la Alianza Atlántica, a la que pertenece España junto a otros 28 países más.Para Stoltenberg —y en coincidencia con el presidente ruso, Vladimir Putin—, “la cuestión de Cataluña es un asunto interno que debe resolverse dentro del orden constitucional de España”.Además, Francia, Alemania y Reino Unido, entre otras naciones europeas, manifestaron su apoyo a las medidas que tomará el Gobierno de Mariano Rajoy para restablecer la legalidad en la región, en tanto que han dejado solos a los catalanes que ayer celebraron con enormes banderas el surgimiento de una nueva nación, pero aún con reclamos para Madrid que mantiene presos a dos líderes que han impulsado el independentismo.EL DATO Funcionarios cesadosSABER MÁS Cinco decretos para el porvenir