El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, acusó este martes al primer ministro británico, Boris Johnson, de jugar con el "futuro de Europa y del Reino Unido", con su intento de echarles la culpa de un eventual fracaso de las negociaciones del "Brexit"."Boris Johnson, lo que está en juego no es ganar un estúpido juego de cruce de reproches. Lo que está en juego es el futuro de Europa y del Reino Unido, así como la seguridad e intereses de nuestros ciudadanos", tuiteó Tusk en un mensaje directo al 'premier' británico."No quieres un acuerdo, no quieres una prórroga, no quieres una revocación, ¿'quo vadis'?" (¿A dónde vas?, en latín), agregó Tusk en su mensaje, después que el gobierno británico asegurara que la canciller alemana, Angela Merkel, dijo a Johnson que un acuerdo parecía "improbable".Una fuente gubernamental británica, citada por el semanario conservador Spectator, acusó además el martes al primer ministro irlandés, Leo Varadkar, de "no querer negociar", pese a que "hay mucha gente en París y Berlín a las que les gustaría discutir" de la oferta británica.La vocera de la Comisión Europea, Mina Andreeva, aseguró en rueda de prensa que la posición de la UE sigue siendo la de "querer un acuerdo". "Estamos trabajando por un acuerdo para el Reino Unido" y que no dañe a los acuerdos de paz de Viernes Santo de 1998, explicó.Andreeva confirmó que la negociación continúa. El enviado del 'premier' británico para el Brexit, David Frost, debe reunirse de nuevo este martes con Paulina Dejmek-Hack, miembro del equipo negociador de la UE, indicaron varias fuentes.La semana pasada, Londres presentó su esperado plan de divorcio y pidió a sus 27 socios que hicieran concesiones para llegar a un acuerdo. De lo contrario, Johnson prometió retirar a su país de la UE el 31 de octubre de forma abrupta. Ante las dudas de los europeos, los británicos presentaron el lunes, al término de dos jornadas de discusiones, un nuevo texto con "aclaraciones", pero que "no responde" a las demandas de la UE, explicaron varias fuentes implicadas en la negociación. Las dudas de Bruselas se centran en dos puntos: el control de aduanas entre Irlanda, país de la UE, y la provincia británica de Irlanda del Norte y el veto acordado al parlamento norirlandés sobre el respeto en su territorio de las reglas del mercado único europeo.IM