La ONU pidió el martes a Rusia y Turquía evitar un "baño de sangre" en el último bastión rebelde de Idleb, y Estados Unidos advirtió que no tolerará el uso de armas químicas en esa provincia.Staffan de Mistura, enviado de paz de la ONU para Siria pidió al presidente ruso, Vladimir Putin, y a su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, que hablaran de forma urgente por teléfono antes de su cita prevista el viernes en Teherán."Intentemos evitar que la que puede ser la última gran batalla del conflicto territorial sirio... acabe en baño de sangre", declaró de Mistura ante los periodistas.Estados Unidos, presidente en ejercicio del Consejo de Seguridad en septiembre, convocó para este viernes una reunión sobre la situación en Idleb, anunció este martes Nikki Haley, embajadora estadounidense en la ONU.En Ginebra, el jefe del grupo humanitario de la ONU sobre Siria, Jan Egeland, señaló: "estamos listos para la guerra, pero rogamos para que no haya guerra".Idleb es la última región siria que escapa al control de Damasco. Un 60% de la provincia está dominada por Hayat Tahrir al Sham (HTS), formado por exmiembros de Al Qaida), y hay también múltiples milicias rebeldes.Según la ONU, una ofensiva en Idleb podría llevar a 800 mil personas a abandonar sus hogares y provocar "una catástrofe humanitaria". El conflicto en Siria, comenzado en 2011, ya ha dejado más de 350 mil muertos y millones de desplazados.JM