La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, condenó ayer la violencia de las fuerzas de seguridad en Sudán contra manifestantes desde el golpe del 25 de octubre que ha causado la muerte de al menos 39 personas, 15 de ellas en la pasada jornada de protestas.“Es completamente vergonzoso que se utilizara munición real ayer contra los manifestantes después de nuestras repetidas llamadas a que militares y cuerpos de seguridad no hicieran uso innecesario o desproporcionado de la fuerza”, aseguró Bachelet en un comunicado. “Disparar contra grandes multitudes desarmadas de manifestantes, dejando decenas de muertos y muchos más heridos, es deplorable y claramente tiene por objetivo silenciar la crítica, lo que constituye una grave violación de los derechos humanos”, declaró.La expresidenta chilena hizo estas declaraciones a raíz de la violenta represión de las protestas convocadas el 17 de noviembre en la capital sudanesa, Jartum, y otras ciudades para protestar contra el golpe de Estado militar, en la jornada más sangrienta desde la asonada. La mayoría de los fallecidos, al menos 11, se registraron en Jartum Norte, ciudad colindante con la capital, y también hubo víctimas mortales en la propia Jartum y en Um Durman, otra ciudad cercana.Fuentes médicas señalaron que al menos cien personas resultaron heridas en los incidentes, y que al menos 80 de ellas presentaron heridas de bala.
