El Gobierno de Nicaragua y la oposición acordaron hoy en una mesa de diálogo invitar de manera "inmediata" a la OEA, la ONU y la UE para que investiguen las 200 muertes ocurridas durante las protestas antigubernamentales, así como retirar los "tranques" o bloqueos que mantienen los manifestantes.El anuncio lo hizo el presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, el cardenal Leopoldo Brenes, al termino de una reunión de la mesa de diálogo en la que participan el Gobierno y una gran alianza cívica, y fue reinstalada este viernes tras una suspensión por falta de consensos.Brenes leyó el acuerdo de seis puntos alcanzado entre las partes, que incluye la invitación "inmediata" de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la Unión Europea (UE) y la Organización de Estados Americanos (OEA).Las partes también consensuaron "urgir la presencia de la CIDH e instarle a anunciar los miembros del grupo internacional de investigaciones para Nicaragua que deberán trabajar in loco para coadyuvar en la investigación de todas las muertes y actos de violencia y la identificación de responsables".El Gobierno nicaragüense se había negado hasta ahora a aceptar las visita de esos organismos internacionales que acompañarán a la CIDH en sus investigaciones.Las partes, que retomaron este viernes el diálogo, suspendido desde mediados de mayo, también consensuaron "el cese de la violencia y la agresión venga de donde venga en el territorio nacional, y un plan con su implementación a la brevedad posible para la remoción de los tranques" o bloqueos que mantienen los manifestantes en distintos puntos del país.La encargada de trazar el plan de remoción de tranques será una "comisión de verificación y seguridad", compuesta por el Gobierno y la alianza cívica, que "constatará que existe una ambiente de paz y seguridad para todos los nicaragüenses", explicó Brenes.Durante la jornada de mañana, las partes discutirán la propuesta de convocar elecciones anticipadas en marzo de 2019 que la Iglesia le planteó al presidente Daniel Ortega en una reunión privada a mediados de junio.Nicaragua vive su crisis más sangrienta desde 1980, que se inició el pasado 18 de abril cuando el Gobierno reprimió con extrema dureza unas manifestaciones contra una reforma a la seguridad social, que finalmente fue derogada.