El Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazó este viernes evaluar el caso de una florista que rechazó crear arreglos florales para la boda de una pareja gay, lo que deja en pie la decisión de una corte inferior que concluyó que la trabajadora incurrió en discriminación.Al negarse a estudiar el caso, la Corte decidió no entrar más a fondo en el debate sobre si las objeciones por motivos religiosos deben constituir excepciones a las leyes contra la discriminación por orientación sexual.Los jueces no explicaron por qué habían decidido rechazar el caso, aunque tres de ellos -los conservadores Clarence Thomas, Samuel Alito y Neil Gorsuch- indicaron que ellos sí estaban a favor de evaluarlo, algo insuficiente porque se requiere el consenso de al menos cuatro magistrados para que el Supremo acepte una petición.El caso gira en torno a la decisión de una florista del estado de Washington (noroeste), Barronelle Stutzman, que en 2013 le dijo a un amigo suyo que, debido a su "relación con Jesucristo", no estaba dispuesta a crear arreglos florales para la boda de él con su novio.Stutzman recibió una multa por violar la ley estatal de Washington contra la discriminación por orientación sexual y un grupo conservador vio el caso como una oportunidad para llevar el tema al Supremo y conseguir cambios a nivel nacional.No obstante, la decisión de la Corte deja en pie la resolución de la máxima instancia judicial del estado de Washington, que concluyó de forma unánime que la florista había violado la ley estatal.Esa conclusión es muy diferente que la que se produjo en 2018, cuando el Supremo falló a favor de un pastelero que se había negado a atender a una pareja homosexual que le había encargado su torta de bodas, alegando motivos religiosos.Pese a lo similar de ambos casos, la decisión de 2018 se debió a que la Corte consideró que una comisión que evaluó lo ocurrido había sido injustificadamente hostil con el pastelero, Jack Phillips, y sus motivos religiosos para actuar como lo hizo.Tanto en esa decisión como en la de este jueves, el Supremo evitó meterse a fondo en la cuestión de cuál debe ser el equilibrio entre la libertad religiosa y los derechos de las personas LGTBI.Desde que el Tribunal Supremo legalizara en 2015 el matrimonio gay, diferentes floristas, cocineros o fotógrafos se han negado a prestar servicios a parejas del mismo sexo, y hay varias demandas en todo Estados Unidos relacionadas con ese tema.OA