Los jefes de los Estados Mayores de las fuerzas armadas de Estados Unidos y Rusia se reunieron en Austria el lunes para discutir la situación en Siria, donde una fuerza militar residual norteamericana será mantenida tras la derrota territorial del grupo radical del Estado Islámico (EI).El general Joseph Dunford, jefe de del Estado Mayor Conjunto de EU, se reunió en Viena con el general Valery Gerasimov, su par ruso, confirmó el portavoz de Dunford, coronel Pat Ryder."Los dos jefes militares discutieron la prevención de conflictos entre las operaciones de la coalición y las rusas en Siria e intercambiaron puntos de vista sobre el estado de las relaciones militares entre Estados Unidos y Rusia, así como la actual situación de seguridad internacional en Europa y otros temas clave", dijo Ryder citado en un comunicado.Desde la entrada de Rusia en el conflicto de Siria en 2015, Moscú y Washington han intentado reducir el riesgo de colisión entre sus respectivas operaciones contra el EI, advirtiéndose mutuamente de las incursiones aéreas planificadas para evitar el contacto."Ambos comandantes reconocen la importancia de mantener una comunicación regular para evitar errores de cálculo y promover la transparencia y la prevención de conflictos en las áreas donde nuestros militares están operando muy cerca", dijo Ryder.La reunión, la primera desde junio, se produce en medio de intensas tensiones entre Washington y Moscú, cuando el Pentágono busca un enfoque renovado sobre Rusia como un competidor de "gran poderío".El presidente ruso, Vladimir Putin, suspendió oficialmente el lunes la participación de Rusia en el tratado de las Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio (INF), un importante acuerdo sobre misiles de corto y medio alcance de la época de la Guerra Fría, después de que Washington expresara por primera vez su intención de derrumbar el acuerdo.El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decidió en diciembre retirar las tropas estadounidenses desplegadas en el noreste de Siria, donde cooperaron con las fuerzas kurdas para expulsar a EI. Sin embargo, finalmente se dejó convencer por responsables de la defensa y dejará una fuerza residual de unos 200 soldados.