Asediado por el desastre humanitario del coronavirus y su secuela de devastación socioeconómica y desgaste político, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, sorprendió a los brasileños y a la comunidad internacional al revelar que “tengo ganas” de privatizar a la semiestatal Petróleo Brasileño, S.A. (Petrobras), catalogada como la cuarta más importante petrolera mundial.En una entrevista ayer con la radioemisora evangélica brasileña Novas de Paz, Bolsonaro confirmó que “yo ya tengo ganas de privatizar Petrobras, tengo ganas”. Al ratificar lo que su ministro de Economía, Paulo Guedes, anticipó el miércoles anterior acerca del plan gubernamental de vender la participación estatal en la petrolera para financiar programas sociales asistencialistas a familias socialmente vulnerables, el mandatario explicó: “Voy a ver con el equipo económico qué podemos hacer”.El sorpresivo anuncio del debilitado gobernante fue recibido con escepticismo en diferentes sectores de Brasil, que calificaron la maniobra como fanfarronada o bravuconada del mandatario.