Los equipos de rescate y salvamento de Taiwán, que trabajan en medio de una ola de frío y repetidas réplicas, han intensificado hoy sus labores para localizar y rescatar a 58 atrapados por el terremoto de magnitud 6.4 que sacudió la isla la noche del martes.Las víctimas ya registradas como consecuencia del seísmo se elevan a nueve muertos, 268 heridos y 58 desaparecidos, según los últimos datos del Servicio Nacional de Bomberos, pero se teme que las cifras aumenten.De conformidad con las directrices del Gobierno de dar prioridad absoluta al salvamento, los equipos de rescate luchan contra reloj en tres edificios: dos en la calle Guosheng y en el edificio residencial-comercial Yun Men Tsui Ti, que comprende el Hotel Meilun y un restaurante.En la calle Gousheng hay en total 15 atrapados (12 en un edificio y tres en el otro), mientras que en Yun Men Tsui Ti, de 12 plantas y un sótano y que está inclinado más de 30 grados en dos direcciones, hay 33 personas en la parte residencial y 10 en el Hotel Meilun.En esa construcción los equipos han colocado vigas metálicas para evitar que siga inclinándose y, a pesar de las continuas réplicas, las labores de rescate no se han interrumpido y no se han detectado nuevos derrumbamientos.Anoche, 24 horas después del seísmo, se produjo un temblor de magnitud 5.7 que desencadenó el pánico de los familiares de las personas atrapadas."Mi familia está atrapada y yo aquí temblando, en medio del frío, y con temor a que otro terremoto peor venga y los entierre para siempre", dijo a Efe una residente de Hualien tras la réplica.También se asustó otra mujer que estaba junto al edificio Yun Men Tsui Ti en el momento del terremoto de anoche. "Cuando sentí la réplica pensé que el edificio se nos caería encima", confesó a Efe.El gobierno local de Hualien, aparte de facilitar albergue y ayuda a los cientos de desplazados y dar compensaciones monetarias a víctimas y familiares de los fallecidos, ha iniciado investigaciones sobre el edificio Yun Men Tsui Ti, explicó hoy el portavoz del Gobierno taiwanés, Hsu Kuo-yung, en rueda de prensa.Se trata de esclarecer si el edificio, levantado en 1995 y en el que han fallecido seis de los nueve muertos, ha cumplido con las normativas de construcción, incluyendo todo lo relacionado con la protección antisísmica.Los turistas chinos han sido duramente golpeados por este terremoto, con la muerte de cuatro, la desaparición de cinco y heridas leves de cuatro.