Hamburgo se convirtió en la primera región alemana en permitir explícitamente que los estudiantes utilicen la inteligencia artificial (IA) en sus exámenes orales para obtener el diploma de enseñanza secundaria que otorga acceso a la universidad.Los alumnos, que se someten esta semana a sus exámenes orales, pueden utilizar herramientas como ChatGPT para elaborar las presentaciones que posteriormente deben defender ante un tribunal, informó la cadena regional "NDR", siempre y cuando lo citen entre las fuentes consultadas."Los profesores hacen preguntas, piden que les expliquen ciertas partes. Nadie puede hacer trampa", declaró el senador de Educación y Formación, Ties Rabe, según el cual quienes no sean capaces de responder de forma razonada se verán obligados a "admitir avergonzados que no han entendido nada".La circular por la que las autoridades educativas de Hamburgo informan al respecto destaca que "la posibilidad de usar inteligencia artificial no difiere de las posibilidades ya existentes de pedir ayuda a terceros o recurrir a terceros para que elaboren en su totalidad la presentación y otros documentos".Algunos docentes han expresado su preocupación ante el riesgo de que el uso de la AI distorsione las notas finales de los alumnos que la emplean.Les inquieta "que ya no se pueda examinar lo que el alumno en realidad ha hecho por sí mismo", según declaraciones del profesor Helge Pepperling recogidas por "NDR", ya que la presentación oral sobre la base de un tema elaborado en casa supone "una parte importante" de la nota.Por el contrario, algunos expertos apoyan la medida y sostienen que la reacción ante la aparición de nuevas tecnologías como la IA debe pasar por enseñar a los jóvenes cómo manejarlas."Es una fuente de información totalmente normal y creo que deberíamos enseñar a todos los jóvenes a usar las fuentes de información de forma correcta y a valorar los resultados de forma correcta", dijo Hannes Federrath, profesor de informática de la Universidad de Hamburgo.Fue precisamente en la ciudad-estado del norte de Alemania donde el mes pasado se detectó un primer caso de un alumno de secundaria que había tratado de emplear la aplicación informática para responder a las preguntas de uno de los exámenes escritos.Se registraron además varios casos sospechosos, en los que los examinadores notaron que algunas partes de la prueba estaban redactadas de forma impecable, mientras que otras contenían numerosos fallos.