Helicópteros arrojaban desinfectante sobre los vecindarios golpeados por un terremoto y un tsunami en la ciudad de Palu para reducir el riesgo de enfermedades ante los miles de víctimas que se creen quedaron sepultadas en esas comunidades, dijo el jueves la agencia de gestión de desastres de Indonesia.En total, 430 hectáreas de terreno y casi tres mil 500 viviendas ubicadas en el centro de la isla de Célebes sucumbieron ante un fenómeno conocido como licuefacción de suelo cuando el terremoto registrado el 28 de septiembre convirtió la tierra en lodo, explicó la agencia.La aplicación del desinfectante sobre los tres vecindarios devastados era necesaria debido al gran número de cuerpos que no se recuperaron en el operativo de búsqueda y rescate que finalizó el 12 de octubre, explicó el vocero de la agencia, Sutopo Purwo Nugroho, en un comunicado."Bombear y fumigar desinfectantes es una medida para anticipar la propagación de enfermedades a través de vectores como las moscas, las cucarachas o los ratones", señaló.Parte de la desinfección se hizo por tierra, pero gran parte del terreno es demasiado inestable para completar la tarea.El terremoto de magnitud 7.4 y el posterior tsunami, con olas de 11 metros que devastaron kilómetros de costa, se cobraron la vida de dos mil 103 personas. Otros cinco mil residentes de los tres vecindarios que fueron engullidos por la tierra siguen desaparecidos.Los barrios de Balaroa y Petobo, en Palu, y Jono Oge, en el vecino distrito de Sigi, no podrán reconstruirse, dijeron las autoridades. Balaroa y Petobo se convertirán en espacios verdes con monumentos en recuerdo a los fallecidos.IM