En siete países de América, hasta el día de hoy se han identificado treinta y tres casos de hepatitis infantil grave y sin causa conocida, entre los más de 400 registrados en el mundo, indicó el miércoles la Organización Panamericana de la Salud (OPS).Hasta el momento no se ha reportado en ningún país a la OPS mortalidad ni la realización de trasplantes en niños por esta causa", dijo una vocera de la OPS."Por 'caso probable' se entiende un caso en el que se ha descartado la infección con los virus de la hepatitis A, B, C y E, y se cumplen otras condiciones", explicó.La OPS, oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS), no especificó qué países americanos notificaron casos de esta rara dolencia que afecta a niños pequeños. Pero dos países de Norteamérica informaron en los últimos días que investigan casos sospechosos de este tipo: México dijo el martes que analizaba 21 casos, y Estados Unidos dijo el viernes que estudiaba 109 casos, incluyendo cinco muertes.La OMS fue informada por primera vez el 5 de abril de una decena de casos de hepatitis sin explicación en Escocia, detectados en niños menores de 10 años. Al 15 de mayo, la OMS tenía registro de 429 casos probables de este tipo en 22 países del mundo, nueve de ellos en Europa.Seis niños han muerto hasta ahora en el mundo a causa de esta enfermedad y 26 requieren trasplantes, dijo. Muchos casos reportaron ictericia y síntomas gastrointestinales, incluyendo dolor abdominal, diarrea y vómitos."Puede tomar algún tiempo antes de que podamos establecer realmente los mecanismos de causalidad", dijo el miércoles en rueda de prensa Enrique Pérez, jefe de Información sobre Emergencias Sanitarias y Evaluación de Riesgos de la OPS.Pérez dijo que la OPS trabaja con los países en la región "para focalizar sus esfuerzos en investigar los casos" sospechosos, para lo cual propuso un formulario estandarizado para orientar las pesquisas.Una de las principales hipótesis de la OMS es el vínculo entre el coronavirus y el adenovirus del tipo 41, una causa común de diarrea en niños en todo el mundo. Los expertos estiman que una infección de COVID puede haber permanecido en el intestino de los niños y una posterior infección por adenovirus habría despertado una respuesta inmune y causado inflamación.MV