El número de niños que han fallecido en Estados Unidos por una misteriosa hepatitis se elevó a seis y la infección ahora se la ha vinculado a otros 180 casos virales, informaron autoridades federales de la salud el viernes, mientras la causa del contagio aún se desconoce.La principal hipótesis sigue siendo la de la presencia del adenovirus 41, aunque los expertos de los Centros para el Control y Prevención de enfermedades (CDC) investigan otros factores, por ejemplo si una infección previa de COVID habría hecho a los menores más susceptibles."Quiero advertir que toma tiempo evaluar las evidencias", declaró a la prensa Jay Butler, director adjunto de enfermedades infecciosas de los CDC, destacando que los casos que se investigan no son un brote repentino, sino que vienen de varios meses atrás.Los CDC todavía tratan de confirmar "si esto es un aumento real del número de casos de hepatitis en niños o si existe un patrón que ahora se ha revelado por las mejoras en la detección de casos", explicó.Varios cientos de casos de la enfermedad se han reportado en todo el mundo, la mayor incidencia en Reino Unido con 197.No hay evidencia de que esta hepatitis tenga relación con las vacunas contra el coronavirus, pues en la mayoría de los casos son niños menores de cinco años o muy pequeños para haber recibido la vacuna.Umesh Parashar, otro científico de los CDC, sostuvo que esa agencia estimaba que cada año había de mil 500 a dos mil hospitalizaciones pediátricas por hepatitis en niños de menos de 10 años por causas diferentes a los virus de hepatitis A, B y C en Estados Unidos.Incluso si el adenovirus 41 estuviera provocando un pequeño incremento de unas 100 hospitalizaciones en un año, sería difícil recoger los datos, según Parashar.JM