La ONG Human Rights Watch (HRW) denunció hoy los peligros a los que se exponen los menores de Zimbabue que trabajan en los cultivos de tabaco, la exportación más valiosa de esta nación africana, y pidió a las tabacaleras internacionales que no compren el producto del trabajo infantil."Las compañías que se abastecen de tabaco en Zimbabue deben asegurarse de que no están comprando cultivo producido por niños trabajadores que ponen en riesgo su salud y su educación", según la experta de HRW Margaret Wurth.Wurth es coautora del informe "Un cultivo amargo: Trabajo infantil y abusos de derechos humanos en las plantaciones de tabaco de Zimbabue", publicado hoy y en el que se documenta con entrevistas a 125 trabajadores de estos cultivos, entre los que figuran niños, las duras y nocivas condiciones a las que se exponen."Los niños trabajadores se exponen a la nicotina y a pesticidas tóxicos y muchos sufren síntomas relacionados con el envenenamiento por nicotina al manejar las hojas de tabaco", denuncia la ONG.Entre otras, se exponen a la llamada "enfermedad del tabaco verde", causada por la absorción a través de la piel de nicotina, y que provoca náuseas, vómitos, dolores de cabeza y mareos."El primer día que empecé a trabajar en el tabaco es cuando empecé a vomitar", relata un adolescente de 15 años en la investigación llevada a cabo por HRW, en la que afirmó padecer dolores de cabeza y mareos constantes.HRW ha documentado casos de niños de 12 años que trabajan en este cultivo, como el de Mercy (nombre ficticio), quien relata que sufre náuseas a causa de los olores que emanan de los productos químicos que manejan para fumigar.Zimbabue, que prohíbe todo trabajo a menores de 16 y el trabajo duro a menores de 18, es el sexto mayor productor de tabaco del mundo y genera ingresos que llegaron a los 933 millones de dólares (unos 760.8 millones de euros) en 2016, según el documento.El país provee de tabaco a grandes compañías como la British American Tobacco o la Japan Tobacco Group, que deben ajustarse a las legislaciones internacionales de trabajo y, por tanto, no contribuir al trabajo infantil o a los abusos de derechos humanos, recuerda la ONG."HRW averiguó que hay grandes vacíos al llevar a cabo y supervisar las políticas internas de dichas compañías", que prohíben que sus proveedores usen a niños en la industria.Contactado por la ONG, el Gobierno del país africano niega tener ningún informe de niños trabajando en la industria del tabaco.Asimismo, HRW acusa al Gobierno y a las compañías de no dar suficiente información, formación y equipos de seguridad a sus trabajadores para prevenir estos envenenamientos.Pese a que el estudio se centra en Zimbabue, HRW alerta de que la inseguridad para los trabajadores del tabaco es una situación que se repite en muchos otros países del mundo, incluido Estados Unidos.