Los ataques en el norte de Mozambique perpetrados por el nuevo grupo yihadista Al Shabab -que lleva el nombre de la organización homónima somalí, aunque no guarda relación con ella- han causado al menos 39 muertos y un millar de desplazados desde mayo, denunció hoy Human Rights Watch (HRW).En los ataques de este nuevo grupo, que se han intensificado en las últimas semanas, 400 casas fueron quemadas, lo que provocó numerosos desplazamientos forzosos, añadió el grupo de derechos humanos."Los grupos armados tienen que cesar inmediatamente de atacar poblados y ejecutar a gente", pidió el director de HRW para África del Sur, Dewa Mavhinga, quien además solicitó a las autoridades mozambiqueñas que atiendan a los desplazados.Los ataques más recientes se produjeron a principios de la semana pasada cuando cinco personas murieron en dos ataques a dos localidades de la provincia de Cabo Delgado (norte), en los que HRW denuncia que el grupo yihadista iba buscando a un líder comunal, al que finalmente capturó y degolló.La semana anterior, un líder de una mezquita local también fue decapitado, y su mezquita quemada, junto a otras casi 200 casas como pudo comprobar la ONG en una visita a la localidad de Naunde (norte), donde sucedieron los hechos.Los líderes comunales e islámicos son algunos de los objetivos de este grupo que se autodenomina musulmán, pero que según expertos religiosos como el clérigo musulmán mozambiqueño Saide Habibe sus miembros "tienen una gran ignorancia en lo que concierne al Corán y la tradición profética".Sin embargo, manejan "una propaganda basada en la recuperación de los valores tradicionales del Islam" y alegan que el culto en las mezquitas locales está distorsionado.Además, HRW explicó hoy en un comunicado que las fuerzas de seguridad estatales han detenido a más de 200 personas que presuntamente tienen vínculos con este nuevo grupo armado y han cerrado siete mezquitas.Los detenidos, según informó una fuente del Ejército a la ONG, no hablan ni han revelado ningún dato a pesar de las amenazas, por lo que creen que en los campos de adiestramiento del grupo yihadista les están proporcionando drogas para perder la memoria.Desde octubre de 2017, el nuevo Al Shabab aterroriza el norte de Mozambique, donde se localizan importantes yacimientos de gas natural y petróleo con concesiones a multinacionales como la italiana ENI o la estadounidense Anadarko.La embajada de EU y el Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino Unido han emitido sendas recomendaciones a sus ciudadanos para que abandonen la zona.Aunque este Al Shabab clama defender la ideología islámica, un estudio académico reciente asegura que busca causar inestabilidad en Mozambique, y permitir que siga el comercio ilegal de madera, marfil y rubíes, que reporta millones de dólares anuales.No tiene vínculos directos con el grupo homónimo somalí, ni busca crear un estado islámico en el norte de Mozambique, según el profesor universitario y estudioso del grupo yihadista João Pereira.