La activista medioambiental sueca Greta Thunberg, que rechaza viajar en avión para evitar emisiones contaminantes, zarpó este miércoles desde Plymouth, Inglaterra, en un velero hacia Estados Unidos, donde en septiembre asistirá a la cumbre de la ONU sobre el clima.Thunberg, de 16 años y que se ha tomado un año sabático en el colegio, va acompañada, entre otros, por su padre, Svante, y por el hijo menor de Carolina de Mónaco, Pierre Casiraghi.La embarcación cruzará el Atlántico en unas dos semanas, por lo que la joven llegará con antelación a EE.UU. para participar a finales del próximo mes en la cumbre de Nueva York.La activista adolescente inició en el puerto de Plymouth (suroeste de Inglaterra) un largo periplo que la llevará asimismo a Canadá, México y finalmente a Chile, donde en diciembre prevé asistir a otra conferencia sobre la emergencia climática.La sueca tiene previsto desplazarse en trenes y autobuses desde un extremo al otro del continente americano."Hicimos un una prueba de navegación hace dos días, salimos durante varias horas y no me sentí mal. Me mareé durante uno o dos minutos, y luego estuve bien", narró a los medios la adolescente."Nunca he hecho nada como esto, no puedo decir cómo va a ser este reto, voy a tener que descubrirlo", agregó.Una huelga escolar semanal alentada por Thunberg frente al Parlamento de su país se convirtió el año pasado en un referente para los movimientos juveniles globales contra la crisis climática.El "Malizia II", un velero de 18 metros de eslora capitaneado por Pierre Casiraghi y el navegante alemán Boris Herrmann, está equipado con paneles solares y turbinas submarinas que permiten generar la electricidad que alimenta los instrumentos de navegación, el piloto automático, los desalinizadores de agua y un laboratorio para medir el nivel de CO2 de las aguas.El único consumidor de energía fósil a bordo de la embarcación es un hornillo a gas para calentar agua y así poder rehidratar los paquetes de comida vegana liofilizada con los que se alimentarán.El yate, concebido para la competición, puede alcanzar una velocidad de 35 nudos (70 km por hora), pero el capitán prevé navegar más despacio. "El objetivo es llegar sanos y salvos a Nueva York", había dicho Hermann mientras ultimaba los preparativos del viaje en Plymouth, donde este miércoles el "Malizia II" soltó amarras.Su quilla pivotante de 4.5 metros hace difícil que la embarcación dé una vuelta de campana. A bordo del estrecho velero, una cubeta de plástico hará las veces de retrete. Para dormir hay cuatro camas superpuestas, para Greta, su padre, Svante, y un cineasta que realiza un documental sobre su combate. Hermann y Casiraghi se turnarán para usar la cuarta.IM