Luego de que el comandante de las tropas bolivianas, Juan José Zúñiga, convocará a un golpe de Estado en el zócalo de la capital, ahora han salido a relucir nuevas declaraciones de expertos en investigación social, quienes cuestionan la veracidad de este hecho y explican las razones de la causa. El miércoles 26 de junio, el comandante general del Ejército boliviano Juan José Zúñiga encabezó un grupo militar con el que pretendía cambiar el gabinete de Gobierno, liberar a todos los presos políticos como la expresidenta interina Jeanine Añez y con ello restablecer la democracia en el país, sin embargo, pese a estos intentos existen posturas opuestas de lo que sucedió en este suceso político. “No hubo nunca un golpe de Estado, por las siguientes razones, los golpes de Estado se hacen en la madrugada, cuando todo el mundo está dormido, y tienen como principal orden detener al presidente, y a sus secretarios, así como cerrar el Parlamento, el Congreso y controlar el país. No puede haber un golpe de Estado que nada más ocupe el Zócalo y se disuelva en dos horas”, explicó Archondo en entrevista.Según el experto Rafael Archondo, el hecho habría estado relacionado con la posible restitución del comandante, quien además habría cometido faltas graves al amenazar al exmandatario Evo Morales por tener un pasado oscuro en el que enfrentó un juicio militar por desvío de fondos públicos.Ya en 2022, el expresidente de Bolivia y líder del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales, había dicho que Zúñiga formaba parte de un grupo del Ejército que mantenía una “persecución permanente” contra él.No obstante, el 24 de junio se volvieron a encender las alertas en contra del mandatario Morales, pues en unas declaraciones para un medio boliviano, su opositor José Zúñiga cuestionó las decisiones del actual presidente diciendo que “legalmente Evo Morales está inhabilitado”, al referirse a las aspiraciones presidenciales del líder del MAS.Archondo Quiroga, quien funge como periodista experto en este tipo de hechos, refiere que las acciones del comandante fueron “arriesgadas” e “impropias” de un jefe militar, por lo que iba a ser destituido desde entonces. Los eventos del miércoles en La Paz podrían haber sido una respuesta de Zúñiga para impedir ser removido de su cargo.El representante de Bolivia ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Héctor Arce, alertó a la comunidad internacional de una “situación de emergencia” en su país tras la irrupción de tropas militares frente a la sede del Gobierno en La Paz, pero Archondo aclaró las intenciones detrás del disturbio.“Lo que Zúñiga quería básicamente era que su destitución fuera suave, que no se lo castigara o se lo sancionara. Pero en este momento ese general ya fue detenido”, apuntó en la entrevista.SM