Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad Pública durante el Gobierno de Felipe Calderón (2006-2012), se declaró no culpable en una corte de Nueva York (NY) de los cargos de complicidad para tráfico de cocaína y falsedad de declaraciones.Durante su breve comparecencia, García Luna, quien iba esposado, con grilletes en los tobillos, pálido y despeinado, hizo una señal negativa con la cabeza mientras los fiscales enunciaban los cargos en su contra ante la jueza de Nueva York, Peggy Kuo.Luego de que rechazara las acusaciones, la jueza consideró que el ex funcionario de 51 años podría fugarse, por lo que le denegó la libertad bajo fianza y deberá permanecer en prisión preventiva en un sitio desconocido.Su abogado, en esta ocasión de oficio, César de Castro, dijo que pedirá en una fecha posterior la libertad bajo fianza para su cliente. Al finalizar la comparecencia, el ex secretario, a quien se le acusa de vínculos con el cártel de Sinaloa, rompió en lágrimas y abrazó a su madre.Luego vino el anuncio de la siguiente audiencia: será el 21 de enero. En esa ocasión, al frente estará Brian Cogan, el magistrado que llevó el juicio de Joaquín “El Chapo” Guzmán.El defensor de oficio, César de Castro, quien no estaba familiarizado con el caso del ex secretario de Seguridad, Genaro García Luna, fue asignado apenas la mañana de ayer para defender al ex funcionario, a unas horas de que éste se presentara ante un juez.Esposado y con grilletes en los tobillos, García Luna, ex secretario en la administración de Felipe Calderón, se declaró no culpable de los cargos de complicidad para tráfico de cocaína y falsedad de declaración en su comparecencia en una corte del Distrito Este de Nueva York, Estados Unidos (EU).La jueza ante quien leyeron los cargos al acusado ordenó que quedara detenido luego de que la fiscal federal adjunta, Erin Reid, alegó que se correría un “riesgo inaceptable de fuga” en caso de dejarlo libre, por lo que permanecerá en aislamiento hasta su próxima cita en la corte, el 21 de enero. Estará en un lugar sin precisar.Vestido con pantalón caqui, sudadera gris y tenis, el acusado apenas estuvo algunos minutos ante una jueza que no será el que lleve su caso. Tampoco estuvo el abogado que se encargará de su defensa y que pertenece al prestigioso bufete Quinn Emanuel, sino Castro.Lejos de la imagen de hombre fuerte que manejó como secretario de Seguridad Pública en el sexenio de Calderón, García Luna se veía preocupado y buscaba constantemente a su esposa Linda Cristina y dos hijos, Genaro y Luna, presentes en la comparecencia. Los gestos de solidaridad de los hijos no faltaron: puños en alto, palmadas en el pecho.Al salir, Genaro y Luna volvieron a alzar los puños y se dieron palmadas en el pecho.García Luna, con rostro cansado, se detuvo un momento para observar la escena, hasta que un oficial de la corte lo instó a seguir caminando.