Francia celebró este martes la fiesta nacional del 14 de julio en versión COVID-19 con un inédito minidesfile militar en París en el que rindió homenaje a la movilización de sus fuerzas armadas y el personal sanitario ante la pandemia.Después del desfile, en entrevista televisiva desde el Elíseo, el jefe del Estado, Emmanuel Macron, habló de las orientaciones económicas y sociales del nuevo gobierno para superar la crisis generada por la pandemia.Macron dijo que el plan de reactivación de la economía francesa será de "al menos 100 mil millones de euros", además de los 460 mil millones ya previstos en medidas sectoriales y de apoyo a la economía tras la pandemia."Con este plan de reactivación, además del dinero ya destinado, ponemos al menos 100 mil millones (114 mil millones de dólares) para la reactivación industrial ecológica, local, cultural, educativa", afirmó el jefe de Estado francés."Estoy convencido de que podemos construir un país diferente de aquí a 10 años" sostuvo.El tradicional desfile militar en la plaza de la Concordia reunió, bajo un cielo nublado, a unos dos mil militares, menos de la mitad de lo habitual.Al final, los invitados del personal sanitario, vestidos con batas blancas, se unieron a los militares bajo los aplausos de pie del presidente Macron y de toda la asistencia, mientras se desplegaba una inmensa bandera azul blanca y roja acompañada del himno nacional La Marsellesa.Debido al riesgo sanitario, ni los blindados ni el público estaban autorizados a participar. Solo se mantuvo un desfile aéreo, abierto por el emblemático penacho de humo tricolor de la Patrulla de Francia, que embarcó a tres representantes del personal sanitario a bordo de sus Alpha jets.La ceremonia también se centró en las múltiples unidades militares que lucharon contra el virus coronario en la Operación Resiliencia, lanzada a finales de marzo, con un homenaje especial al servicio de salud de los ejércitos, movilizado en todas las direcciones en el momento más álgido de la pandemia.Cuatro países europeos -Alemania, Suiza, Austria y Luxemburgo- estaban simbólicamente representados, en agradecimiento por haber atendido en sus hospitales a 161 pacientes franceses.El director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, también estuvo presente en la Plaza de la Concordia.En las gradas, 2 mil 500 invitados, entre ellos mil 400 franceses que vivieron la epidemia en primera línea: personal sanitario, familiares de personal sanitario fallecido debido al COVID-19, profesores, cajeros, agentes funerarios, policías, gendarmes, bomberos, asalariados de fábricas de máscaras o de pruebas de detección del nuevo coronavirus.La edición 2020 del 14 de julio comenzó con un homenaje al general Charles de Gaulle, cuya memoria se celebra este año con motivo de un triple aniversario: el 130º de su nacimiento, el 50º de su muerte, y el 80º de la llamada del 18 de junio de 1940, símbolo de la Resistencia.El jefe de Estado y su nuevo primer ministro Jean Castex deben gestionar una crisis a la vez sanitaria, económica y social que, según el Insee, hundirá a Francia en una recesión del 9% en 2020, nunca vista desde 1948. Además de su plan de defensa en caso de rebrote de la epidemia, Macron se pronunció en la entrevista por el uso obligatorio de la mascarilla en lugares cerrados a partir del 1 de agosto, ahora que "hay indicios (de que) esto se vuelve a acelerar", advirtió.Mientras tanto, miles de personas protestaron por la tarde en París convocadas por varias organizaciones sindicales, para reclamar más medios para los hospitales, constató la AFP, pese a que la víspera se firmó un plan de salud que prevé ocho mil millones de euros para el sector. Otro tema delicado es la reforma de las jubilaciones, que el jefe del Estado quiere poner en marcha a pesar de la oposición de los sindicatos y de la patronal.La noche del 14 de julio se anuncia inédita, ya que la mayoría de las ciudades francesas ha suprimido los bailes populares y los fuegos artificiales e incluso, como en París, han prohibido al público venir a admirarlos.IM