Luego de que un joven de 18 años irrumpiera en una escuela primaria de Uvalde, Texas, y asesinara a 19 niños y dos maestras con un arma de asalto, los chalecos antibalas dispararon sus ventas significativamente. Esta vez, el capitán de una estación de bomberos en Arizona, llamado Kevin Goodman, creó junto a su empresa, Escape Armour, un chaleco antibalas de tamaño infantil capaz de resistir balas de alto calibre. Pequeño, ligero y plegable, el chaleco antibalas producido por Escape Armour cabe perfectamente en una mochila escolar, además de que es fácil de colocar, perfecto para cualquier emergencia de su tipo. Aunque no es el primer chaleco en su tipo, Goodman aseguró que su chaleco está fabricado con los "mejores materiales", lo que garantiza la seguridad de las personas. Tras la masacre en Texas, el presidente de la Cámara de Representantes, Dade Phelan, ha propuesto invertir más de 100 millones de dólares en fondos estatales para programas de salud mental y seguridad escolar, todo con la mayor prontitud posible, antes de que comience el ciclo escolar de otoño. SE