Estados Unidos endurece su política migratoria. El presidente de ese país, Joe Biden, firmó una orden ejecutiva o decreto para restringir drásticamente las solicitudes de asilo de migrantes indocumentados que crucen la frontera con México, así como facilitar las deportaciones a nuestro país. El mandatario demócrata anunció el cierre temporal de la frontera con México cuando la cifra de entradas irregulares a la Unión Americana supere el umbral de dos mil 500 casos en un mismo día. Si se rebasa ese tope, las autoridades suspenderán la entrada de solicitantes de asilo y migrantes. Según Biden, esta orden es necesaria “para asegurar nuestra frontera” y entrará en vigor de inmediato, pues los cruces de migrantes ilegales ya superan el umbral de los dos mil 500 por día -las estimaciones son de cuatro mil cruces diarios-. La orden migratoria responde a las políticas de deportación masiva que promete el ex mandatario y precandidato presidencial del Partido Republicano, Donald Trump, a seis meses de las elecciones presidenciales de Estados Unidos en las que Biden busca reelegirse. Además, es un posicionamiento de cara a los votantes, quienes han señalado en sondeos y encuestas que la migración es el tema clave de la elección.Ayer, Biden habló con Andrés Manuel López Obrador sobre la medida y prometió que “seguirá trabajando con nuestros vecinos mexicanos, en lugar de atacarlos”. La Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU, en inglés) informó que buscará tumbar en la Corte Suprema la orden ejecutiva presentada por el presidente Joe Biden, que restringe de manera drástica las solicitudes de asilo en la frontera de Estados Unidos (EU) con México. La orden, en vigor desde hoy, permitirá a las autoridades estadounidenses deportar a quienes no superen unos estrictos estándares de asilo cuando se supere la cifra de dos mil 500 cruces diarios en la frontera durante un promedio de siete días.En un comunicado, ACLU advirtió que demandará la orden que, según la organización, se “hace eco” de la prohibición de entrada emitida por el Gobierno de Donald Trump en 2018.“Tenemos la intención de impugnar esta orden ante los tribunales. Era ilegal cuando Trump lo hizo, y no es menos ilegal ahora”, dijo Lee Gelernt, subdirector del Proyecto de Derechos de los Inmigrantes de la ACLU. Deirdre Schifeling, directora política y defensa de la ACLU, advirtió que la iniciativa presentada no arregla “el fallido” sistema de inmigración y apresurará las deportaciones. “Instamos a la administración de Biden a cumplir su promesa de campaña de restaurar el asilo y movilizar los recursos necesarios para abordar los desafíos en la frontera. No es sólo algo moralmente sensato: es buena política”, añadió.La Agencia de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) afirmó que está “muy preocupada” por las restricciones a la entrada de migrantes, e instó a Washington a reconsiderar su decisión y cumplir sus obligaciones internacionales.“Las nuevas medidas denegarán el acceso al asilo a muchas personas que necesitan protección internacional y que ahora estarán sin una opción viable para buscar seguridad”, añadió la agencia de la ONU, que recordó: “cualquier persona que alegue tener temores fundados a ser perseguida en su país de origen debe tener acceso a un territorio seguro”. Para Angélica Salas, directora de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes, la iniciativa es un daño irreversible para los solicitantes de asilo. Agencias Con la orden restrictiva en la frontera mexicana, Joe Biden trata de virar su política migratoria después de que los sondeos de opinión revelaran que este asunto tendrá mucho peso para conseguir la reelección en su revancha contra el magnate y expresidente republicano Donald Trump (2017-2021).El equipo de campaña de Trump desestimó en un comunicado esta iniciativa al considerar que no está diseñada “para la seguridad fronteriza”, y repitió el mensaje del republicano que constantemente insiste en que los inmigrantes irregulares son responsables del aumento de los delitos violentos en Estados Unidos, acusación sin base en datos oficiales.El magnate pasó su mandato anunciando su intención de construir un muro en la frontera con México e intensificó su retórica antinmigración para regresar a la Casa Blanca.“Millones de personas han ingresado en nuestro país, y ahora, después de casi cuatro años de su liderazgo débil y fallido, su liderazgo patético, el corrupto Joe Biden pretende finalmente hacer algo respecto a la frontera”, exclamó Trump, de 77 años, en un video publicado en su red Truth Social.El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, aliado de Trump, rápidamente calificó la medida de Biden como de “escaparate”.Sin embargo, la Casa Blanca ha resaltado que Biden intenta hacer frente a un sistema de inmigración “fallido desde hace décadas” y culpa a los republicanos en el Congreso por no cooperar y bloquear una partida de miles de millones de dólares para políticas fronterizas.Los presidentes Andrés Manuel López Obrador (México) y Joe Biden (Estados Unidos) convinieron en una llamada telefónica que una delegación de alto nivel encabezada por la canciller mexicana, Alicia Bárcena, y el secretario de Marina, José Rafael Ojeda, viajaran esta semana a Washington para hablar de inversiones en el Sur mexicano.La llamada tuvo lugar este martes, el mismo día en que Biden ordenó suspender la tramitación de asilo la frontera con México cuando las detenciones por ingresos ilegales alcancen las dos mil 500 al día.Ni el comunicado de México ni el de la Casa Blanca indican si este tema fue uno de los abordados por los mandatarios en la conversación telefónica, en la que Biden felicitó a México por las elecciones del 2 de junio.La delegación que irá a Washington tiene el propósito de dar a conocer a funcionarios y empresarios estadounidenses oportunidades de inversión en el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec. Por su parte, el comunicado de la Casa Blanca informó de tres nuevos permisos para la construcción de puentes internacionales en Texas “que beneficiarán a ambos países”.La política migratoria entre México y Estados Unidos tiene algunas limitantes. Nuestro país ha aceptado acoger hasta 30 mil personas al mes procedentes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, además de mexicanos, pero su compromiso no se extiende a otras nacionalidades. Alicia Bárcena declaró el mes pasado que México no permitirá más de cuatro mil entradas ilegales al día.Agencias Voz del experto Adam isaacson, investigador de la Oficina en Washington para Asuntos LatinoamericanosDesde que en mayo de 2023 se levantó el Título 42, una restricción que entró en vigor en la pandemia y permitía las expulsiones en caliente de migrantes a México, el Gobierno de Joe Biden ha puesto en pie varias medidas para limitar quién puede pedir asilo en Estados Unidos (EU) y deportar a un mayor número de personas.Sin embargo, el efecto real que estas han tenido se ve limitado porque EU no tiene la capacidad para revisar rápidamente las solicitudes ni para deportar o detener a todas las personas que llegan a la frontera. EU tiene actualmente un acuerdo con México para devolver a unos 30 mil migrantes al mes, pero sólo los provenientes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela.“Simplemente, no hay tantos aviones” para llevar a cabo deportaciones, señaló Adam Isaacson, experto de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés).EFE El Congreso de Arizona, controlado por los republicanos, dio la aprobación final a una iniciativa de ley, la HCR2060, que solicita a los votantes convertir en un delito estatal el ingreso de no ciudadanos a través de México en cualquier lugar que no sea un puerto de entrada. La votación se produjo mientras el presidente Joe Biden presentó planes para restringir el número de migrantes que buscan asilo en la frontera entre Estados Unidos y México. La propuesta de Arizona, aprobada con 31 votos a favor y 29 en contra por la Cámara de Representantes del Estado, permitiría que la Policía estatal y local arreste a las personas que cruzan la frontera sin permiso y autorizará a los jueces estatales a ordenar que las personas declaradas culpables por ese delito sean devueltas a su país de origen.Ahora, los votantes podrán elegir, en un referéndum que se hará el 5 de noviembre, si la iniciativa se promulga o se rechaza.Aunque la ley federal ya prohíbe la entrada no autorizada de migrantes a Estados Unidos, los defensores de la medida afirman que es necesaria porque el Gobierno federal no ha hecho lo suficiente para evitar que las personas crucen ilegalmente por la frontera entre Arizona y México.Los opositores señalaron que el proyecto de ley era inconstitucional y dijeron que llevaría a que se produjeran incidentes de discriminación racial, separaría a los niños de sus padres y crearía varios millones de dólares en costos adicionales de vigilancia policial.Agencias CT