El gobernador de Florida, Ron DeSantis, abandonó ayer la carrera por la nominación presidencial republicana, allanando todavía más el camino a Donald Trump, ex presidente de Estados Unidos (EU).Con su retirada, la única que queda enfrentada a Trump en la contienda interna es Nikki Haley, ex embajadora ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cuya prueba de fuego, y quizás última oportunidad, será mañana en las primarias de New Hampshire.DeSantis, gobernador del llamado “Estado del sol” desde 2019 y miembro del ala ultraconservadora de los republicanos, lanzó su campaña presidencial en mayo del año pasado, cuando las encuestas lo situaban como el único capaz de batir a Trump en las primarias.Sin embargo, tras una campaña errática y con diversas dificultades para distinguirse del radicalismo del magnate neoyorquino, sus posibilidades de triunfo se fueron desinflando. En los caucus de Iowa que se llevaron a cabo el 15 de enero, Trump arrasó con el 51% de los votos y DeSantis tuvo que contentarse con un segundo puesto (21%), por delante de Haley (19 %).“No tenemos un camino claro para la victoria. Por eso, hoy suspendo mi campaña”, explicó desde Florida. La aspirante presidencial republicana Nikki Haley recalcó ayer que las primarias de su partido se dirimirán entre ella y el ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump (2017 - 2021), después de que el gobernador de Florida, Ron DeSantis, se retirara de la contienda.“Ya sólo quedamos un hombre y una mujer” en las primarias republicanas, resaltó Haley en un acto de campaña en Seabrook, New Hampshire.Tras hacerse pública la renuncia de DeSantis, Haley le deseó “lo mejor” y aseguró que ha “hecho una gran carrera y está siendo un gran gobernador”.Ron DeSantis anunció ayer que abandona las primarias y dio su respaldo a Trump, cuando quedan sólo dos días para la cita clave de New Hampshire.El gobernador de Florida dijo que apoya a Trump, el gran favorito en el proceso interno, para evitar que regrese “la vieja guardia republicana” y arremetió contra Haley, a quien considera cercana a la ideología “woke” (progresista).Por otra parte, Donald Trump parece haberse echado en el bolsillo las primarias presidenciales republicanas de New Hampshire: el ex presidente estadounidense cuenta con un 50% de apoyo entre los probables votantes, contra 39% de su competidora más cercana, la ex gobernadora de Carolina del Sur.Sin embargo, Haley está decidida a arrebatarle votos al magnate y mostrar que la contienda se reduce a dos.Dos características hacen de New Hampshire un lugar más idóneo para que Haley recupere turbo: su vena independiente y el carácter moderado de sus votantes. La también ex embajadora ante la ONU tiene 58% de apoyo entre los que están registrados como no declarados (independientes) y planean votar en las primarias republicanas, y 71% de apoyo entre los que se consideran ideológicamente moderados. También se sitúa por delante de Trump entre los votantes con título universitario (50% frente a 38% de Trump). Sin embargo, estos grupos son minoritarios en el Estado, por lo que se prevé el triunfo de Trump.Haley recibió, hace semanas, el apoyo del Chris Sununu, el popular gobernador de New Hampshire y declarado antitrumpista, con el que ha recorrido el Estado a medida que las encuestas iban, cada vez más, acercándola a Trump.Después de New Hampshire, las primarias se trasladan a Carolina del Sur, el Estado del que fue gobernadora, por lo que la oportunidad para Haley de hacerle algo de sombra a Trump es ahora, antes del supermartes de marzo.Agencias El ex presidente de Estados Unidos Donald Trump agradeció ayer el apoyo recibido por parte del gobernador de Florida, Ron DeSantis, tras su retiro de las primarias republicanas y arremetió contra la única rival que queda en la contienda, Nikki Haley.“Estamos honrados por el respaldo del gobernador Ron DeSantis y de tantos otros ex candidatos republicanos”, afirmó la campaña del ex mandatario en un comunicado.El equipo del ex presidente agregó “ahora es tiempo de que todos los republicanos se unan en torno a Trump” para derrotar al actual mandatario, Joe Biden, y a su “desastrosa presidencia”. La campaña trumpista arremetió además contra su única contrincante dentro del Partido Republicano, Nikki Haley, a quien tachó de “candidata de los globalistas y de los demócratas”.Posteriormente, Trump visitó por sorpresa a un equipo de voluntarios de su campaña en New Hampshire y afirmó que el apodo despectivo que hasta ahora utilizaba contra el gobernador, “DeSanctimonious” (mojigato), queda “oficialmente retirado”.EFE El juicio por difamación contra el ex presidente de Estados Unidos Donald Trump se retomará hoy, a la espera de que el republicano suba al estrado, al tiempo que sigue con su campaña política para ganar las primarias.Los abogados de Trump indicaron que el magnate tiene previsto testificar, pero en otros casos el republicano ha cambiado de opinión en el último momento.En este juicio, Trump tendrá que responder a unas acusaciones de difamar a la escritora E. Jean Carroll cuando aseguró, en 2019, que no conocía a la escritora y que su confesión -hecha ese mismo año- de que el ex presidente había abusado sexualmente de ella en la década de los noventa era falsa.El juicio empezó el martes pasado con la selección de jurado y los argumentos de apertura de los abogados, una sesión que el juez Lewis Kaplan describió ante el jurado como un “tráiler” de la realidad que los equipos legales quieren vender.El martes y el miércoles pasados, Trump se sentó en el banquillo de los acusados vestido con su “uniforme” -un traje negro y una corbata roja- y desde allí pudo escuchar el testimonio de Carroll.Mientras la periodista respondía a las preguntas, el magnate no pudo evitar ir haciendo comentarios con sus abogados y al final del segundo día el juez le llamó la atención y le dijo que sería expulsado si no respetaba las normas. A lo que el político respondió que le “encantaría” que eso pasase. Trump también ha dejado resonar sus comentarios en su red social, Truth Social, donde publicó que Kaplan es “una persona totalmente parcial y hostil” y que el sistema judicial de Nueva York está amañado. Llegó a calificar a Kaplan de “juez asqueroso”.Por otra parte, la abogada de Carroll dijo el sábado que la cinta de “Access Hollywood” y dos mujeres que acusaron a Trump de abuso sexual no serán presentadas ante el jurado de Nueva York que sopesa los daños y perjuicios por difamación.La revelación de la abogada Roberta Kaplan, que representa a la columnista, significa que Trump, que encabeza la contienda por la candidatura presidencial republicana, podría testificar en la corte federal de Manhattan a partir del lunes, un día antes de las primarias de New Hampshire.El jurado está considerando si Trump le debe más a Carroll que los cinco millones de dólares que le concedió la primavera pasada otro jurado que concluyó que Trump abusó sexualmente de Carroll.Agencias CT