Una red de espías rusos operaba desde el Reino Unido e intentaron utilizar un sofisticado equipo de vigilancia para comprometer y rastrear los teléfonos móviles de soldados ucranianos que estaban siendo entrenados en una base aérea estadounidense en Alemania, según se ha afirmado en un tribunal.También se mencionó cómo la red de espías planeó cubrir la embajada de Kazajstán en Londres con sangre de cerdo falsa como parte de una protesta organizada.Y como parte de esa misma operación, el grupo discutió la creación de videos de contenido adulto "deepfake" del hijo del presidente de Kazajstán o atraerlo en una "trampa de miel".La operación se detuvo después de que los sospechosos rusos fueran arrestados, pero ya habría tenido profundas implicaciones para la defensa de Ucrania. Tras ser atrapados inició su juicio del cual te compartiremos los detalles a continuación.Se trata de Katrin, de 33 años, Vanya, de 30, y Tihomir, de 39, todos son ciudadanos búlgaros que viven en el Reino Unido y niegan haber conspirado para espiar. La señorita Katrin también niega poseer múltiples documentos de identidad falsos.Por otra parte, Orlin, de 46 años, de Great Yarmouth, y Biser, de 43 años, de Londres, ya han admitido ser parte de una conspiración para espiar.Orlin actuó como organizador, recibiendo instrucciones de un ciudadano austríaco, Jan, que actuaba como agente ruso, según se le dijo previamente al tribunal.Los sospechosos están acusados de participar en seis operaciones diferentes, todas las cuales, según la fiscalía, fueron en beneficio directo del Estado Ruso. La fiscalía aún está exponiendo sus argumentos iniciales, por hoy cubrieron las operaciones tercera, cuarta, quinta y sexta.La tercera operación implicó una compleja actividad de vigilancia contra Bergey Ryskaliyev, un ex político kazajo que vive exiliado en el Reino Unido. Se alega que el grupo utilizó taxis negros, conductores de ‘deliveroo’ y un vehículo falso del NHS para vigilarlo.Se dijo que la operación cuatro tenía como objetivo la embajada de Kazajstán y el hijo del presidente kazajo, un aliado ruso. La fiscalía afirmó que los planes eran para ganarse el favor del presidente, ofreciendo soluciones a los problemas que ellos mismos habían creado.La quinta operación tuvo lugar en una base militar estadounidense cerca de la ciudad alemana de Stuttgart, donde los soldados ucranianos estaban recibiendo entrenamiento sobre cómo utilizar el sistema de defensa aérea Patriot, según se escuchó en el juicio.Se iba a utilizar un sofisticado equipo de vigilancia llamado “Stealth Catcher IMSI Grabber” para recopilar los detalles de los teléfonos personales de las tropas ucranianas allí, dijo la fiscalía. Se alegó que una de las acusadas, Katrin, iba a operar el equipo.Si se hubiera recopilado con éxito, esto habría permitido la geolocalización de los sistemas de defensa aérea una vez en el campo, lo que daría a Rusia una importante ventaja militar.La operación final presentada por la fiscalía implicaba un plan para capturar o acabar con la vida de un disidente ruso llamado Kirill Kachur, mencionaron.La fiscalía afirma que la existencia de estos planes no está en duda: miles de mensajes confirman los detalles expuestos, además de que Orlin y Biser ya han admitido su papel en las operaciones.Lo que está en duda es hasta qué punto los otros tres procesados, Katrin, Vanya, y Tihomir eran conscientes de la naturaleza del trabajo que estaban realizando. Estos tres sospechosos niegan los cargos y el juicio continuará.AB
