Los familiares de las víctimas de la masacre de la semana pasada en dos mezquitas de Nueva Zelanda se reunieron el miércoles para enterrar a sus muertos, horas después de que la primera ministra llamó a su pueblo en tono desafiante a recordar a las 50 personas asesinadas y a nunca más nombrar al supremacista blanco responsable del ataque.Las familias de las víctimas habían esperado ansiosamente noticias sobre cuándo podían sepultar a sus seres queridos. El comisionado de policía de Nueva Zelanda, Mike Bush, dijo que la policía ya identificó formalmente y entregó los restos de 21 personas. Las tradiciones islámicas dictan que los restos deben ser limpiados y enterrados lo más pronto posible.El miércoles comenzaron los dos primeros entierros de las víctimas del atentado que paralizó a un país que se enorgullece de su apertura, tranquilidad y diversidad. No se dieron a conocer sus identidades.Las autoridades han pasado cuatro días construyendo una tumba especial en un cementerio de la ciudad que está diseñado para entierros musulmanes, incluso aunque algunos de los restos serán trasladados a sus países de origen, señalaron funcionarios.El llamado de la primera ministra Jacinda Ardern a no exaltar al australiano acusado de la masacre ocurrió poco después de que el sospechoso despidió a su abogado y optó por defenderse a sí mismo. Eso ha causado preocupación de que utilice el juicio como una plataforma para sus posturas racistas.JM