La comunidad judía comenzó a enterrar a sus muertos el martes con el primero de varios funerales para las 11 personas que murieron en un tiroteo en una sinagoga, el ataque antisemita más letal en la historia de Estados Unidos.Mientras tanto, el presidente Donald Trump tenía planeada una visita más adelante en el día para ofrecer el pésame, a pesar de las objeciones de algunos miembros de la comunidad. El gobernador de Pensilvania y el alcalde de Pittsburgh dijeron que no se reunirían con él.Debido a que la sinagoga Árbol de la Vida sigue acordonada por ser una escena de crimen, los funerales se llevarán a cabo en sinagogas y otros sitios judíos cercanos.El ataúd del doctor Jerry Rabinowitz, un médico familiar conocido por su amabilidad, fue llevado al Centro Comunitario Judío en el barrio Squirrel Hill de la ciudad para el primer funeral. Dos vehículos policiales estaban estacionados en una puerta lateral y otros dos en la entrada principal.A poco más de tres kilómetros, cientos de personas vestidos en su mayoría de negro se reunieron en la sinagoga más grande y antigua de la ciudad, Rodef Shalom, para el funeral de Cecil y David Rosenthal, unos hermanos con discapacidades mentales de alrededor de 50 años.Entre los asistentes estaba Kate Lederman, quien creció en la sinagoga Árbol de la vida y celebraba todos sus logros ahí. Recientemente tuvo un hijo.“Aquí me bauticé, tuve mi Bar Mitzvah, me casé. Y toda mi vida estaba en esta sinagoga. Lo mismo con mi padre. Y conocíamos a Cecil y David; los conocíamos a todos. Debería ser una semana de pura felicidad por tener un bebé, pero es una semana de terror”, dijo.Los funerales de las otras víctimas se llevarán a cabo entre hoy y el viernes durante una semana de duelo, angustia e interrogantes sobre el incidente que las autoridades dicen que fue perpetrado por un hombre que odiaba a los judíos.Trump y la primera dama, Melania Trump, planeaban visitar la ciudad por la tarde a pesar de las quejas de algunos de que su presencia quitaría el foco de atención de los muertos y parecía impropia. Algunos han acusado a Trump de fomentar la hostilidad racial y étnica y dicen que merece parte de la responsabilidad por el derramamiento de sangre.GC
