El presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, está preparando su dimisión mientras negocia para que su mujer, Grace, salga del país ante la intervención militar que alimenta los rumores sobre un posible golpe de Estado, informa hoy el canal de televisión sudafricano News24.Según este medio, que avanza que mañana por la tarde se hará un anuncio al respecto, el Ejército mantiene bajo su custodia a la familia presidencial y a su guardia.Los rumores sobre el paradero de Mugabe y su futuro se han disparado en las últimas horas después de que ayer por la tarde varios tanques fueran vistos en dirección a la capital del país, Harare.Este movimiento de las fuerzas armadas se produjo tan solo un día después de que el jefe del Ejército, Constantine Chiwenga, advirtiera de que se tomarían "medidas correctivas" si continuaba la purga de veteranos en el partido de Mugabe, de 93 años y en el poder desde 1980.Por ahora, algunos medios afirman que Mugabe y su familia se encuentran bajo arresto domiciliario, mientras que otras informaciones indican que habría huido del país.Estas especulaciones contrastan con el silencio del principal periódico del régimen, que se ha limitado a destacar que el comunicado leído por un portavoz militar anoche en la televisión pública -controlada ahora por el Ejército- descarta una "toma militar" del Gobierno y asegura que Mugabe se encuentra "a salvo".Mientras tanto, el diario independiente NewsDay informó hoy de la detención de tres ministros que estarían detrás de la facción del partido gobernante que propugna la expulsión de veteranos de la guerra de independencia para allanar una eventual sustitución en el poder en favor de la primera dama, Grace Mugabe.Asimismo, el presidente de las juventudes del partido de Mugabe, la Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF) y el número dos de los servicios de inteligencia (CIO) también han sido arrestados, mientras que otras informaciones aseguran que el director de la policía también podría haber sido detenido por los militares.En el centro de la tensión se encuentra la destitución la semana pasada del vicepresidente Emmerson Mnangagwa, que también se postulaba como sucesor de Mugabe, quien huyó a Sudáfrica, desde donde emitió un comunicado en el que sostenía: "Pronto controlaremos los resortes del poder en nuestro bello partido y país".