Martes, 26 de Noviembre 2024

El naufragio en un lago de Missouri diezma a una familia

El sábado la policía del condado Stone confirma la identidad de las 17 víctimas, nueve de ellas con el apellido Coleman

Por: AFP

Personas oran en uno de los automóviles pertenecientes a las víctimas del accidente en el lago de Missouri. AP / C. Riedel

Personas oran en uno de los automóviles pertenecientes a las víctimas del accidente en el lago de Missouri. AP / C. Riedel

Una mujer perdió a todos sus hijos, a su marido y a sus suegros en el naufragio, causado por una súbita tormenta, de un barco con turistas en un lago del estado de Missouri, en Estados Unidos, que causó 17 muertos.

El accidente se produjo el jueves por la noche en el lago de Table Rock, cerca de la ciudad de Branson, un destino turístico popular por su música country. En un video de un testigo se ve el barco intentando llegar a la orilla, en medio de fuertes vientos, antes de ser engullido por las olas y hundirse.

"Tengo el corazón roto. De los 11 que éramos, sólo sobrevivimos dos, yo y mi sobrino", contó a la cadena Fox59, con la voz quebrada, Tia Coleman en el hospital donde está ingresada.

"Perdí a todos mis hijos. Perdí a mi marido. Perdí a mi suegra y a mi suegro", además de a otros parientes, declaró a la cadena de televisión de Indianápolis.

Según Coleman, el capitán del barco dijo a los pasajeros que "no necesitarían" chaleco salvavidas. "Al principio de todo el agua no parecía amenazante", afirma la mujer, convencida no obstante de que "mucha gente podría haberse salvado".

El New York Times cita a otro miembro de esta familia de Indianápolis, Carolyn Coleman, quien afirmó que había víctimas de tres generaciones, incluidos cuatro niños.

La familia había alquilado una camioneta para ir a Branson con motivo de su viaje anual, dijo al periódico.

Déjame morir

Tia Coleman relató a la cadena KOLR de CNN sobre su propia experiencia cercana con la muerte: "Estaba gritando, estaba chillando, y finalmente dije, 'Dios, sólo déjame morir, déjame morir'". Eventualmente logró flotar hasta la superficie.

El barco anfibio, que puede desplazarse tanto por tierra como por agua, llevaba a bordo a 31 personas, según las autoridades. Varios pasajeros consiguieron llegar solos a la orilla.

El viernes, Jason Pace, portavoz de la Patrulla de Carreteras del Estado de Missouri anunció el hallazgo de todos los desaparecidos.

El sábado la policía del condado Stone confirmó a AFP la identidad de las 17 víctimas, nueve de ellas con el apellido Coleman.

Las víctimas mortales tienen entre uno y 70 años, cinco de ellas tenían 15 años o menos.

Entre los fallecidos figura el conductor del barco, según la policía del condado de Stone. Seis heridos fueron hospitalizados.

El conductor era uno de los dos tripulantes, informó la prensa estadounidense. El otro, que sobrevivió, hacía de comandante del barco, propiedad de la compañía Ripley Entertainment.

En un tuit, el presidente estadounidense, Donald Trump, dio su "más sincero pésame" a las familias y allegados de las víctimas.

"Trampas mortales"

La tempestad "llegó muy rápido", declaró por teléfono a la AFP Rick Kettels, propietario del Lakeside Resort, un complejo hotelero a orillas del lago.

"He vivido aquí la mayor parte de mi vida y nunca había visto una tormenta así de terrible", declaró y agregó que el servicio meteorológico no había avisado de su inminencia.

El sheriff del condado, Doug Rader, contó que un barco que navegaba cerca fue el primero en socorrer a los náufragos.

El barco se hundió a 25 metros de profundidad en este lago artificial situado en el sur de Missouri, en la frontera con Arkansas, y muy frecuentado por turistas.

Se registraron vientos de hasta 119 km/h que provocaron la caída de árboles y cortes del suministro eléctrico, informó Steve Lindenberg, meteorólogo de Springfield, a 72 km al norte de Branson.

El Consejo Nacional de Seguridad de los Transportes anunció el envío de un equipo para investigar sobre el accidente. Determinará si la tripulación advirtió de las condiciones meteorológicas y si los pasajeros llevaban puestos los chalecos salvavidas.

En un comunicado difundido poco después del accidente, la compañía propietaria del barco aseguró que "haría cuanto pudiese para prestar asistencia a las familias afectadas y a las autoridades".

"No hay palabras que pueden explicar cuán rotos están nuestros corazones", añadió.

Esos botes anfibios son "unas trampas mortales", dijo al Chicago Tribune el abogado Andrew Duffy, cuya firma en Filadeflia representa casos relacionados a muertes en accidentes en embarcaciones similares.

"No son aptas para el agua ni para la tierra porque son mitad auto mitad bote", señaló.

OA

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