Una densa humareda procedente de incendios forestales envolvió Sydney y sus alrededores, y expertos sanitarios advirtieron a los vecinos con problemas médicos que se quedaran en interior.Apenas se veía el paisaje de la ciudad, y la calidad del aire en algunas zonas alcanzó niveles peligrosos el martes por la mañana.Las altas temperaturas y el viento complicaban las tareas de extinción, dijo Shane Fitzsimmons, comisario de bomberos forestales del estado.La mayoría de la zonas costeras de Nueva Gales del Sur están en alerta muy alta de incendios con 48 focos activos en todo el estado.El fuego ha destruido 577 viviendas en Nueva Gales del Sur durante la temporada de incendios, que toca techo durante el verano austral pero ha comenzado pronto este tras un invierno inusualmente cálido y seco.