El plan del primer ministro británico de sacar a Gran Bretaña de la Unión Europea a fines de este mes se topó con otro obstáculo el lunes cuando el presidente de la Cámara de los Comunes rechazó el pedido de Boris Johnson para realizar otra votación sobre el acuerdo.Faltando apenas 10 días para la fecha estipulada para la salida británica, el gobierno de Johnson iba a pedir “una votación clara” sobre el pacto al que llegó con la UE.El pedido surgió apenas dos días después de que el Parlamento votó a favor de pedir una prórroga para la salida. El titular de la cámara parlamentaria, John Bercow, tiene la autoridad de denegar tal solicitud ya que por lo general las normas del Parlamento no permiten considerar dos veces una misma cuestión dentro de una misma sesión parlamentaria, a menos que haya cambiado sustancialmente.Bercow declaró que la propuesta presentada por el gobierno es “esencialmente la misma” que la considerada en la votación del sábado y sería "repetitivo e inapropiado " permitir una nueva votación el lunes.El gobierno de Johnson pasará ahora a su Plan B: Pedirle al Parlamento que apruebe la legislación necesaria para implementar el acuerdo. El gobierno anticipa publicar el texto el lunes a la tarde y tenerlo en vigencia como ley antes de la fecha estipulada del Brexit, el 31 de octubre.Sin embargo, es una incógnita si la propuesta será aprobada por el Parlamento e incluso en tal caso, la oposición podría proponer enmiendas que podrían frustrarla o postergarla.El ministro a cargo de asuntos del Brexit, Stephen Barclay, llamó a los legisladores a aprobar las propuestas y _ más de tres años después del referéndum en que los británicos, por escasa mayoría, aprobaron salirse de la Unión _ "permitir que el Parlamento vuelva a centrar su atención en los asuntos que conciernen al pueblo como la salud, la educación y la seguridad”.“Esta es la oportunidad de salirnos de la UE el 31 de octubre”, declaró Barclay. “Si el Parlamento desea respetar los resultados del referéndum, debe aprobar la propuesta”.Ante la proximidad de la fecha y la durabilidad del debate interno sobre el divorcio, Johnson se ha visto obligado a pedirle a la UE una prórroga de tres meses.Así lo hizo, aunque a regañadientes, para acatar una ley aprobada por el Parlamento que obliga al gobierno postergar el asunto en lugar de arriesgar una crisis económica derivada de una salida sin pacto. Johnson, no obstante, acompañó la carta a la UE pidiendo la prórroga, que no firmó, con una que sí firmó aclarando que él personalmente se opone a postergar la partida.Activistas preuropeos, que demandaron al gobierno en tribunales escoceses para exigir que cumpla con las normas, denunciaron que la segunda carta podría interpretarse como un intento de obstruir la ley. El máximo tribunal escocés indicó el lunes que piensa mantener abierto el caso, reservándose el derecho de amonestar al gobierno de Johnson hasta que haya cumplido “cabalmente” con todas sus obligaciones.AC