La primera ministra británica, Theresa May, intentará salvar su acuerdo del brexit hoy sometiéndolo por tercera vez a votación en el Parlamento, aunque no tiene asegurada una mayoría que lo respalde.Los diputados votarán únicamente el tratado de salida, que establece los términos del divorcio, pero no la declaración política sobre la futura relación bilateral que lleva asociado el pacto.Esa estrategia permitiría a May ganar tiempo en caso de lograr el respaldo de los diputados. Si se aprueba el texto, el Reino Unido evitaría el fantasma de una ruptura abrupta el próximo 12 de abril y retrasaría la fecha de salida hasta el 22 de mayo, según el calendario que marcaron los líderes europeos en su última cumbre.En ese tiempo agregado, el Reino Unido todavía debería ratificar el paquete completo de documentos que permitirían un brexit negociado, entre los que se incluye el texto que detalla las líneas básicas del modelo de relación que esperan forjar Londres y Bruselas tras la separación.El tratado de salida que se votará hoy 29, el día originalmente previsto para la ruptura, incluye en sus 595 páginas algunos de los aspectos más controvertidos de la negociación que ha llevado a cabo May en los últimos dos años.Establece la factura de salida que debe abonar el Reino Unido, unos 45 mil millones de euros, detalla los futuros derechos de los ciudadanos de ambos lados del canal de la Mancha y, de manera especialmente relevante, enuncia el controvertido mecanismo de salvaguarda para evitar una frontera entre las dos Irlandas.Esa cláusula es el principal motivo por el que el norirlandés Partido Democrático Unionista (DUP), cuyos 10 diputados son clave para que May tenga mayoría en los Comunes, mantiene por ahora su rechazo al acuerdo.La primera ministra se enfrenta además a la persistente oposición de un nutrido grupo de euroescépticos de su propia formación.