El Papa Francisco concluyó su visita a Irak con una misa ante miles de fieles en el Norte asolado por los yihadistas, llamando a los cristianos a “no desanimarse” y a “reconstruir el país”.Tras rezar por las “víctimas de la guerra” en los escombros de Mosul, la antigua capital del Estado Islámico (EI), el Papa celebró la mayor misa de su viaje, bajo estrictas medidas de seguridad.“He oído voces de dolor y de angustia, pero también voces de esperanza y de consuelo. Irak siempre estará conmigo, en mi corazón”, dijo el Pontífice al concluir la ceremonia en Erbil, en el Kurdistán iraquí.Además, pidió a los cristianos iraquíes que perdonaran las injusticias cometidas en su contra por extremistas islámicos y que reconstruyan la región, en una jornada en la que visitó ruinas de iglesias y se reunió con multitudes entusiastas en el corazón histórico de la comunidad cristiana local, que fue diezmada durante el brutal régimen del grupo EI.“La senda hasta una recuperación completa podría ser larga, pero les pido que por favor no se desanimen. Lo que hace falta es la capacidad de perdonar, pero también el valor de no rendirse”, señaló.La iglesia local ha pasado por una importante restauración tras ser vandalizada por milicianos del grupo EI cuando tomaron la localidad, lo que la convierte en un símbolo de los esfuerzos de recuperación.Para el Vaticano, la presencia continuada de los cristianos en Irak es crucial para mantener con vida comunidades que llevan allí desde los tiempos de Cristo. Su población ha pasado de unos 1.5 millones de personas antes de la invasión que lideró Estados Unidos en 2003, y que sumió el país en el caos, a apenas unos cientos de miles en la actualidad.JL