El papa Francisco lanzó una dura crítica contra las potencias mundiales por su aparente doble discurso al organizar conferencias de paz mientras financian la industria armamentista. En una entrevista para el canal Orbe 21, del Arzobispado de Buenos Aires, el pontífice expresó su preocupación por la falta de coherencia en los llamados internacionales a la paz.“Los encuentros para lograr la paz son encuentros de intereses”, afirmó Francisco en diálogo con la periodista Bernarda Llorente. Además, señaló que los mensajes de paz de organismos internacionales suelen ser ignorados: “Me preocupa que estos llamados entren por un oído y salgan por el otro”.El papa también subrayó la contradicción de las potencias al hablar de paz mientras fabrican armas. “Hay una hipocresía de base: hablamos de la paz, pero armamos la guerra. En Europa, una de las mayores fuentes de ingresos son las fábricas de armas. Organizamos conferencias de paz, pero seguimos fabricando herramientas para matar”, denunció."Veo una tendencia universal a la autodestrucción por la guerra. En una época donde el progreso científico y mecánico es tan grande, y cuando uno ve esa tendencia a la autodestrucción y a destruir al otro, a mí me viene pensar en la Torre de Babel, ¿no?. Si este gran universo que hemos fabricado no terminará siendo una Torre de Babel, ¿no?. Pero son ideas nomás que me vienen", contó.Francisco se refirió a las guerras en Ucrania -que se inició cuando Rusia invadió el territorio ucraniano en febrero de 2022- y en Tierra Santa -que escaló desde el ataque del grupo islamista Hamás en el territorio de Israel el 7 de octubre de 2023-, donde, afirmó, que "en ambas hay acciones de guerra criminales que son más de guerrilla que de guerra".En el caso de Tierra Santa, Francisco afirmó que "no es una guerra con las reglas normales de una guerra"; y en el caso de Ucrania, dijo que "hay una gran hipocresía" y "urge un tratado de paz, pero cuando uno empieza a hablar de paz empiezan a bailar el minué y con cosas secundarias".Al ser consultado sobre el nacionalismo extremo, el papa respondió que "el peligro es cuando una religión se transforma en política de Estado y lo religioso está unido a lo político, y eso no ayuda".Francisco valoró que "la Unión Europea tiene una capacidad de provocar el diálogo" y aconsejó que "no debe perder esa independencia de provocar el diálogo porque eso de alguna manera provoca la unidad dentro y la fortaleza para dialogar afuera", aunque reconoció que "esas instituciones se han debilitado un poco, pero tienen la fuerza para provocar el diálogo"."Si no hay diálogo, no va a haber paz", advirtió Francisco, y agregó que "de un conflicto se sale por arriba"."El conflicto no se resuelve con la destrucción de una de las partes", dijo el papa, y recordó que "detrás de un conflicto hay una verdad, un reclamo justo o una locura", entonces "hay que resolver esa verdad o esa chifladura, pero siempre con el diálogo". JM