Estados Unidos presentó este jueves cargos por terrorismo y secuestro contra cinco musulmanes, detenidos el año pasado en el estado de Nuevo México, a los que acusa de planear atentados contra miembros de las fuerzas del orden y del ejército."Los cargos sostienen que los acusados conspiraron para suministrar apoyo logístico en la preparación de ataques contra agentes federales de las fuerzas del orden y miembros del Ejército", señaló el fiscal general adjunto, John Demers, en un comunicado del Departamento de Justicia divulgado este jueves.De acuerdo con la acusación, entre octubre de 2017 y agosto de 2018, Jany Leveille, Siraj Ibn Wahhaj, Hujrah Wahhaj, Subhanah Wahhaj y Lucas Morton se entrenaron y obtuvieron armas con el objeto de perpetrar sus atentados.La acusación también les imputa del secuestro de un menor que las autoridades encontraron muerto cuando a comienzos de agosto del año pasado llevaron a cabo una espectacular operación policial para detenerlos en el apartado complejo rural de Nuevo México en el que vivían junto a otros once niños.La operación comenzó el 3 de agosto, cuando agentes de la oficina del alguacil del condado de Taos, donde se encontraba la residencia, recibieron un mensaje reenviado por las autoridades del estado de Georgia -de donde eran oriundos dos de los arrestados- en el que uno de los menores denunciaba que no recibían comida ni agua."Nos estamos muriendo de hambre. Necesitamos comida y agua", rezaba el mensaje que fue difundido por la oficina del alguacil a través de un comunicado publicado en su página de Facebook.Tras obtener una orden de registro, los agentes accedieron a la residencia donde se encontraban los once menores, de edades comprendidas entre los doce meses y los 15 años, acompañados de cinco adultos, dos hombres y tres mujeres.Durante el registro de la propiedad, los agentes encontraron también el cadáver de un menor que, según desveló la autopsia, padecía de epilepsia y falleció por falta de cuidados médicos."Imponer el credo mediante el terror y la violencia no es aceptable en Estados Unidos", concluyó Demers en el comunicado.OB