Este martes, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) dio a conocer que la donación de sangre en América Latina y el Caribe cayó un 20% durante el primer año de la pandemia de COVID.No obstante, en el 2020 se logró beneficiar a más de un millón de personas que necesitaban una transfusión, ya que en América Latina y el Caribe se recolectaron 8.2 millones de unidades de sangre, señalo la organización en un comunicado en el que precisa que es un 20% menos que en 2017, según los últimos datos comunicados por los países.En muchos países la demanda de sangre supera la oferta, de modo que, para prevenir la escasez, la OPS recomienda que el 100% de las donaciones de sangre y componentes sanguíneos provengan de donantes voluntarios y regulares.Cabe resaltar que de esta manera se podría evitar tener que recurrir a familiares o amigos de pacientes."La necesidad de sangre es universal, pero el acceso a ella no lo es", declaró el subdirector interino de la OPS, Marcos Espinal, durante su participación virtual en el acto mundial llevado a cabo en México como país anfitrión este año de las celebraciones en el marco del Día Mundial del Donante de Sangre.La región está lejos de alcanzar ese 100%. En 2020, el 48% de la sangre recolectada provino de donantes voluntarios, un 2% más que en 2017. En diez países más del 80% de la sangre fue de donantes altruistas regulares, pero en otros nueve no se llegó el 10%, informa el comunicado.La OPS es tanto la oficina regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el organismo especializado en salud del Sistema Interamericano.MV