El presidente brasileño, Michel Temer, recibió el alta médica para salir del hospital donde ingresó este miércoles por problemas urológicos, mientras la Cámara de Diputados se encaminaba a frenar una denuncia por organización criminal y obstrucción a la justicia en su contra.Tras horas de debate, la sesión en la Cámara baja fue sacudida a primera hora de la tarde por la noticia de que el mandatario, de 77 años, había tenido "un malestar" debido a una "obstrucción urológica" que le obligó ser internado en el Hospital del Ejército de Brasilia, informó la presidencia.Después de haber sido sometido a una "sonda urinaria de alivio" por vídeo, Temer "se encuentra bien y ya recibió el alta médica", dijo a la Afp una fuente del Palacio de Planalto.Entretanto, la Cámara baja, de mayoría oficialista, reunió el quórum necesario para votar la segunda denuncia contra el presidente en menos de tres meses, un proceso que podría costarle el cargo, pero que las propias fuerzas opositoras reconocen que no podrán llevar hasta la corte suprema.Hacia las 20H15 (22H15 GMT), la moción a favor del bloqueo de la denuncia recogía 124 votos, contra 98 a favor de encaminarla a la corte suprema. Con 172 votos (un tercio+uno de los escaños), el caso quedaría congelado, al menos mientras Temer sea presidente (su mandato concluye el 1º de enero de 2019)."La oposición no tiene los votos a pesar de que incluso podríamos sacar algunos votos más que en la primera denuncia", dijo a la AFP el diputado Darcísio Perondi, del PMDB, el partido de Temer.En agosto, los diputados frenaron una primera acusación por corrupción pasiva por 263 votos contra 227.Temer, que asumió el poder en 2016 tras el impeachment a la izquierdista Dilma Rousseff y tiene un apoyo popular de apenas 3%, encabezó en los últimos días personalmente las negociaciones para asegurarse de que la oposición no consiguiera la mayoría especial necesaria de 342 votos (dos tercios de los 513 escaños). Sesión acaloradaBuena parte de la sesión transcurrió sin la presencia de la oposición, que intentó evitar dar el quórum para una votación que se espera que termine entrada la noche."Aquellos que quieren desmontar el estado brasileño, que ya retiraron derechos de los trabajadores y que aprueban a este gobierno (...) Aquellos que blindaron a Michel Temer van a estar aquí manchando sus biografías", dijo el diputado Glauber Braga, del Psol (izquierda) tras ingresar al recinto.Temer fue acusado por la Fiscalía General de liderar una "organización criminal" para expoliar al Estado, que habría recibido 587 millones de reales en sobornos (casi 190 millones de dólares al cambio actual). La investigación forma parte de una gigantesca saga corrupta que ha salpicado a los principales partidos brasileños, de izquierda y derecha. Las acusaciones también alcanzaron a dos de sus principales ministros: el jefe de la Casa Civil Eliseu Padilha (una especie de primer ministro), y el secretario general de la Presidencia, Moreira Franco. Aunque se espera que el presidente salve nuevamente su mandato, la erosión sufrida por su gobierno abre grandes interrogantes acerca de sus posibilidades para aprobar medidas de ajuste reclamadas por los mercados, incluyendo una espinosa reforma del sistema de jubilaciones a menos de un año de las elecciones generales. Generosas "dádivas" a aliados En su discurso ante el plenario en la mañana, el diputado oficialista Bonifácio Andrada, relator del caso en la Comisión de Ciudadanía y Justicia, pidió a los legisladores que rechacen la denuncia por "infundada, mentirosa, vacía, falsa" y no autoricen a la corte suprema a analizarla. Si fuera elevada a juicio, Temer sería suspendido y podría perder su cargo.El gobierno administró partidas presupuestarias y aprobó medidas polémicas, como un corte en las multas ambientales para las empresas, lo que llevó a diputados opositores como la comunista Jandira Feghali a denunciar que habían corrido "muchos millones" para agradar a la base aliada.El diario O Estado de Sao Paulo evaluó este miércoles en 32 mil 100 millones de reales el costo de las dádivas otorgadas a diputados entre junio y octubre.Los oficialistas confían en que aún tienen combustible para aprobar medidas económicas pendientes como la polémica reforma del sistema de jubilaciones que, por tratarse de una enmienda constitucional, requiere una mayoría especial de 308 votos.Una fuente gubernamental contó a la AFP que podría ser aprobada "incluso este año", mientras que la del sistema tributario quedaría para el 2018. Temer busca completar el mandato de Rousseff, de quien era vicepresidente.Su asociación con el Congreso le dio sustento para implantar un plan económico más ortodoxo que el que marcó los más de 13 años de gobiernos del Partido de los Trabajadores (izquierda). Pero con la lluvia de denuncias de corrupción y las elecciones de octubre de 2018 aproximándose, todas las votaciones sensibles pueden convertirse en un arma de doble filo.